Mientras que toda Italia sufre de una grave sequía, las fuentes y los tradicionales "nasoni" siguen ofreciendo agua fresca sin restricciones,
Por Cristina Cabrejas
ROMA, Italia.- Mientras que toda Italia sufre de una grave sequía, los visitantes en Roma observan extrañados y aliviados cómo las fuentes de Roma y los tradicionales “nasoni” (narizotas) siguen ofreciendo agua fresca sin restricciones, y es que en la capital dejarla correr es una necesidad ante el calor, un atractivo turístico, pero también algo imprescindible para que funcione el suministro en la ciudad.
En cualquier rincón de Roma se pueden encontrar los tradicionales “nasoni”, fuentes de hierro fundido con un grifo curvo que recuerda la forma de una nariz aguileña y de las que corre el agua de manera continua. Los primeros veinte fueron instalados en la ciudad en 1874 por Luigi Pianciani, el primer alcalde de la ciudad después de la unificación de Italia, y ahora se contabilizan cerca de 2.800 en toda la provincia.
La función fundamental de las fuentes de Roma
Desde entonces, sólo en 2017, en el medio de una de las mayores sequías que ha sufrido Italia, se decidió cerrarlas. El entonces ministro de Medio Ambiente italiano, Gian Luca Galletti, declaró que sería “una buena señal detener el suministro de las fuentes de Roma por unos días” ,y la empresa que gestiona el sistema de abastecimiento de agua de la capital, ACEA, decidió cerrarlas.
Hubo numerosas protestas y nunca más se han vuelto a cerrar. Y es que entonces se comprobó que las fuentes para beber de Roma representan solo el 1 % del desperdicio de agua en Roma, frente al 50 % de las fugas en las tuberías, y además tienen una función fundamental: el flujo continuo de agua permite mantener una presión baja en la red de suministro de agua en la ciudad.
Pero además, como recordó la Cruz Roja, bloquear el agua de las fuentes significa “negar el acceso a unos 10.000 pobres que viven en la ciudad” y que utilizan los “nasoni” para beber, cocinar y lavar. “La función principal de las narices era ventilar las tuberías para reducir la propia presión y evitar roturas en la red”, explica Fabrizio Di Mauro en su libro “Nasoni de Roma”, y añade que ,”además, la salida continua de agua es fundamental por varios aspectos, incluido el de la salud, porque el chorro continuo de agua evita la proliferación de bacterias”.
Ante la actual sequía que también afecta fuertemente a Roma, la concejala de Infraestructuras del ayuntamiento, Ornella Segnini, afirmó recientemente que “por un lado, se debería limitar la pérdida de agua con cierres, pero por otro lado, las fuentes de agua potable también son fundamentales y no se soluciona el problema cerrándolas”.
Atractivo turístico y una app para tener siempre agua
Pero además de apagar la sed y refrescar, las fuentes de Roma son uno de sus atractivos turísticos, pues en el centro histórico, junto a los grandes monumentos y áreas arqueológicas, se encuentran 200 “nasoni” y 90 fuentes artísticas de las que brota siempre agua potable. Para hacerlo “a la romana”, hay que tapar la salida del agua con un dedo y ésta saldrá hacia arriba del pequeño orificio colocado en la parte superior de los “nasoni”. Una forma de beber más fácil y más higiénica.
Entre las más conocidas y fáciles de encontrar se encuentra la de la Barcaccia en Plaza de España o la de las Abejas en plaza Barberini, ambas de Gian Lorenzo Bernini, pero desde hace algunos años ACEA ha desarrollado una aplicación para móvil (Waidy Wow) con la que se puede buscar la fuente más cercana, saber su historia y rellenando tu botella personal se espera que se limite el uso de botellas de plástico desechable. En muchos de estos símbolos capitalinos se ha colocado un código QR que revela su historia.
Cada barrio tiene su fuente histórica
Además de los “nasoni”, en la primera mitad del siglo XX en los entonces 9 distritos o barrios de Roma se colocó una fuente construida y diseñada por el arquitecto y escultor Pietro Lombardi que contaba la historia de ese lugar.
Por ejemplo, la fuente de los Libros en la zona de Sant’Eustachio para subrayar la presencia en el barrio de la histórica sede de la Universidad La Sapienza, mientras que cerca del Castel Sant’Angelo se encuentra la fuente de las balas de cañón con forma de pirámide y que en realidad era donde abrevaban los caballos. En plaza Venecia se encuentra la fuente de la Piña, pues este distrito una vez se llamó el distrito de Piña porque aquí había una escultura en forma de esta fruta que luego fue trasladada al Vaticano.
Y justo cerca de la columnata de San Pedro, Lombardi diseñó su fuente con tres tiaras papables, las llaves de San Pedro y el escudo de armas de la ciudad de Roma junto al del barrio de Borgo.
EFE.