Policiales

Los jóvenes que golpearon a Matías Montín en el boliche podrían evitar el juicio oral

La fiscal Andrea Gómez dio por finalizada la investigación y en el documento manifestó que, por el tipo de delito que se les imputa a Gabriel Alejandro Galvano, Andrés Bracamonte y el futbolista de Arsenal Matías Belloso, y la carencia de antecedentes, aceptaría la suspensión del juicio a prueba. Definirá la Justicia de Garantías.

Gabriel Alejandro Galvano, Andrés Bracamonte y el futbolista de Arsenal Matías Belloso, los tres imputados por golpear al turista porteño Matías Montín en un boliche de Playa Grande a comienzos de año, podrían evitar el juicio oral.

La fiscal Andrea Gómez dio por cerrada su investigación el último lunes y pidió la elevación de la causa a debate, aunque en el documento presentado manifestó que no se opondría a que se produzca la suspensión del mismo a prueba debido al tipo de delito de los que se los acusa y a la carencia de antecedentes penales de los tres. Esto, también denominado “probation”, les permitiría no ser juzgados por un tribunal oral en lo criminal, aceptar una condena de la Justicia Correccional y llegar a un acuerdo para indemnizar a la víctima o someterse a abonarle el monto que disponga la Justicia Civil en el marco de una causa paralela en ese fuero que les fue iniciada en su momento.

De todas formas, será la Justicia de Garantías la que acabe por definir la situación procesal de Galvano, Bracamonte -hijo de un barrabrava de Rosario Central- y Belloso -hijo del ex jugador “canalla”. El primero, vale recordar, está acusado de cometer el delito de “lesiones graves” por haber golpeado a Montín dos veces con una botella de vidrio en el rostro, mientras que los otros dos recibieron la imputación por “lesiones graves en riña”.

Belloso, además, fue denunciado por un amigo de Montín por haberle causado “lesiones leves” al darle una trompada en el baño del boliche Ananá, episodio que fue el inicio de las agresiones que finalizaron con el brutal ataque a Montín minutos después.

Todo comenzó pasados algunos minutos de la medianoche del 19 de enero, en el local bailable de Playa Grande. El inicio del conflicto comenzó por una frase que alguien le dijo a un empleado de limpieza en el baño. Un amigo de Montín hizo un comentario al respecto, presuntamente en defensa del hombre, y Belloso lo increpó y le dio una trompada.

Entonces, Montín fue a “separar y calmar” a su amigo. Tras ello, todos salieron nuevamente a la pista de la discoteca y fue allí que el joven recibió dos botellazos en la cabeza, el primero en el rostro. La agresión fue “de la nada”, según dijeron los testigos, y se le atribuyó a Galvano, amigo de Belloso y Bracamonte, quienes además también golpearon al joven.

Montín fue asistido en el lugar por personal del boliche, que cuenta con socorristas. Ante la gravedad de las heridas fue trasladado de urgencia en una ambulancia hasta el Hospital Privado de Comunidad, donde estuvo una semana internado hasta recuperarse de las graves lesiones que había sufrido. Por su parte, su amigo no debió ser trasladado a ningún nosocomio ya que su herida era leve y superficial, conforme dijeron los médicos.

Tras los incidentes, los empleados de seguridad del local bailable echaron a los agresores y una cámara de seguridad captó el instante en el que abordaban un automóvil marca BMW de color blanco en dirección a un hotel céntrico. Al otro día, en horas de la tarde, el rodado fue detenido a la altura de San Nicolás. En él iban Bracamonte y Galvano en dirección a Rosario, junto a la entonces novia del segundo, quien después declararía como testigo en la causa.

Los acusados quedaron detenidos y Belloso se entregó horas después. Luego abonar una fianza de alrededor de 3 millones de pesos, y como no tenían antecedentes, los tres recuperaron la libertad, aunque permanecieron procesados hasta ahora.

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