El equipo de "MDQ para todo el mundo", encabezado por los hermanos Eugenio y Sebastián "Culini" Weinbaum, celebraron los 18 años de padrinazgo de los chicos oncológicos del Hospital Materno Infantil. Regalos para todos, sorteos y shows musicales y deportivos formaron parte de la fiesta.
Más de 150 ahijados del servicio de Oncología del Hospital Materno Infantil, además de sus familiares, se dieron cita en el encuentro anual que los convoca bajo “la fiesta mágica” organizada por Eugenio y Sebastián “Culini” Weinbaum.
Este año, en la 18 edición, la cita tuvo lugar en Punta Mogotes, en el hotel Santa Teresita, donde unas 500 personas pudieron disfrutar “de la pileta, el spa y los salones. Les tenemos que agradecer a todos los que nos ayudaron, tanto empresas como amigos, para poder llevar adelante el encuentro”, señaló Eugenio Weinbaum.
La celebración había comenzado el viernes pasado, cuando los hermanos fueron hasta el Materno Infantil “para visitar a nuestros ahijados que, por diversas situaciones de la enfermedad que están atravesando, no podían ir a la fiesta. Así que fuimos nosotros y les llevamos los regalos y pasamos un buen momento, con ellos, sus familias, los médicos y enfermeras”, detalló.
Ya el domingo, y con el buen acompañamiento climático, los chicos fueron recibidos por los integrantes del equipo de “MDQ para todos” y algunos participaron de los ejercicios especiales y de relajación en la pileta impartidos por Laura Abadía, mientras que otros se acomodaban a la sombra o en alguno de los salones.
A medida que el vozarrón de Eugenio anunciaba los shows de Felipe Pla y su esposa Nicoleta y de Hazmerreir, comenzaron a circular las bandejas de empanadas, que más tarde se convertirían en dulces con formas de churros y alfajores tradicionales de la ciudad. En tanto, muchos de los chicos optaron por los disfraces o los diseños de pintura en su cara a cargo de maquilladoras.
Unidad
“Era Mar del Plata unida y sin necesidad de bandera, por eso queremos agradecer a todos los que nos ayudaron con donaciones, al igual que al equipo de MDQ”, reiteró Eugenio.
A mitad de la tarde, en una especie de microcine que habían armado, a través de la pantalla les llegó el mensaje del actor Facundo Arana, que se encontraba escalando el Aconcagua junto al músico Javier Calamaro.
“Es muy importante la experiencia de Facundo -consideró Eugenio- porque él pasó por un situación similar a la de los chicos y la superó. Es importante, porque afirma que sí se puede. Es una motivación muy importante”.
Además, emitieron un video de dos minutos en los que se condensaron los 18 años de las celebraciones, los que dejó “a todos lagrimeando, pero estuvo bien”, señalaron los hermanos Weinbaum.
La hora deportiva estuvo marcada por Lucas Rubino, el instructor de surf adaptado que llevó su tabla mecánica para delirio de los chicos, a la vez que Juampi Menna se encargo de dar una clase práctica de skate para facilitar los traslados.
Después de compartir “un ratito de silencio”, lapsus que sirvió para que “los chicos hablen entre ellos y con sus familias y también que disfruten del silencio”, llegó el momento de los sorteos y los regalos, que abarcaron desde bicicletas a tablets; pasando por teléfonos de última generación y smartwatches; ropa deportiva; monopatines y parlantes, entre otros.
Gratitud
A las risas se le sumó la emoción, cuando a la hora de los sorteos Sofía Ali se hizo acreedora de tres pasajes en avión, más estadía con todo pago, incluidos los traslados. “Fue un gran momento -describió Eugenio- porque todo el paquete, listo para viajar, fue donado por nuestros amigos Matías y Pablo y Sofía nunca viajó , ni salió de la ciudad, así que esa fue otra situación muy emocionante”.
“Nadie tiene todo comprado -analizó Eugenio-, es una enfermedad que nos puede tocar a cualquiera y son muchas las posibilidades de superación por la calidad del hospital y profesionales que tenemos. Todos tenemos posibilidades de dar una mano, es una situación dolorosa que une a toda la familia”.
Contento con el “feedback” recibido por parte de los ahijados, el deportista aseguró que “la fiesta de los titanes es para dejar de lado los problemas, animarnos y mimarnos un poco, además de divertirnos y escuchar los mensajes de los chicos”.
Incluso, contó que “muchos de los ahijados que se sanaron vienen, nos acompañan y colaboran. Hasta incluso nos han presentado a sus hijos, se te pone la piel de gallina, es muy emocionante. Lo traducimos como que ´hay que pelearla, se puede´”.