Algunos creen que la medida "es casi como cerrar definitivamente" y otros destacan que se "creará una situación laboral inestable". El gobierno intenta frenar la curva de contagios para evitar un nuevo confinamiento y salvar el periodo navideño.
ROMA, Italia.- Como “el golpe de gracia” definen algunos gastronómicos romanos las nuevas medidas del Gobierno italiano que ordenan desde este lunes el cierre de bares y restaurantes a las 18 ante el aumento de los contagios por Covid-19 en todo el país.
“Nunca había visto una cosa así en el Panteón, normalmente es una plaza llena de gente: españoles, franceses, estadounidenses…”, cuenta a EFE Salvatore en el restaurante donde trabaja situado en la plaza de la iglesia más antigua de Roma.
En el asador argentino de Ángel, también en el centro de la ciudad, trabajaban hasta ahora con un 30% menos de clientes respecto al año pasado, y ahora esperan perder un 15% más con el nuevo decreto que entra en vigor este lunes.
“Las medidas son para nosotros prácticamente el golpe de gracia”, señala Ángel, mientras un camarero sirve al único cliente que hay en ese momento en el restaurante, prácticamente vacío.
El sector de la gastronomía pidió al primer ministro, Giuseppe Conte, que se les ofrezcan datos de que los restaurantes contribuyeron a la expansión del virus en esta segunda ola, señala Ángel.
Piensan que estas medidas, “dramáticas”, como las califican algunos, son poco adecuadas si se tiene en cuenta que los transportes públicos siguen llenos y las escuelas siguen abiertas.
“Es casi como cerrar definitivamente”, afirma Mauro, propietario de un restaurante en Piazza Navona, para quien la diferencia entre cerrar a las 18 y el cierre total es poca.
“Con las medidas de seguridad que hemos tomado podríamos estar abiertos”, insiste en referencia al distanciamiento de las mesas o la reducción de aforo que llevaron a cabo.
Estas medidas para Lenin, camarero en un restaurante de Campo di Fiori, “parecen llevar inevitablemente a un segundo confinamiento”, ya que recuerda que en febrero las cosas evolucionaron de forma parecida.
Son pautas que, además, crearán una situación laboral inestable. “No hay expectativa de trabajo sin turismo en Roma”, dice al hablar de que ahora mismo en su “trattoria” los camareros trabajaban apenas dos turnos a la semana.
Cierres y la mirada en Navidad
En toda Italia, desde este lunes y hasta el 24 e noviembre entró el vigor el nuevo decreto del Gobierno por el que los bares y restaurantes deben echar el cierre a las 18 mientras cierran totalmente teatros, cines, gimnasios y piscinas, en un intento de frenar la curva de contagios para evitar un nuevo confinamiento y salvar el periodo navideño.
Esta nueva medida llegó después de que varias regiones ordenaran toques de queda nocturnos, lo que desató a lo largo del fin de semana varias manifestaciones en protesta en ciudades como Nápoles o la propia Roma.
“Si todos respetamos estas nuevas normas en noviembre podremos controlar la curva de contagios y mirar a la Navidad con más serenidad”, explicó este domingo el primer ministro, Giuseppe Conte.
Conte convocó a los sindicatos para el miércoles y ya está programado un Consejo de Ministros para estudiar medidas económicas para apoyar a las categorías dañadas por las nuevas reglas.
El ministro de Economía, Roberto Gualtieri, anunció que se preparan ayudas superiores incluso a las que se dieron durante el primer confinamiento pues “se sabe que los últimos meses han sido meses difíciles”.
Los restaurantes, bares, pubs, heladerías y pastelerías podrán permanecer abiertos solo de 5 a 18, pero se les permite abrir domingos y festivos. Por el momento, los restaurantes y bares podrán abrir con estos horarios los domingos y festivos.
EFE.