Opinión

Los escribanos de la Provincia, afrontando nuevos desafíos en su 130° aniversario

por Ignacio Javier Salvucci

Este 2019 nos encuentra celebrando los 130 años de la creación del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires. Hemos recorrido, hasta aquí, un largo camino que tiene su origen en el año 1866, cuando se fundó el primer Colegio bonaerense, que fue pionero en el país y del que se adoptaron sus reglamentos y estatutos.

Más allá de la trascendencia del devenir histórico y del desarrollo que ha tenido la labor notarial en su estrecha vinculación con la sociedad a lo largo de las décadas, no debemos perder de vista que el trabajo de los escribanos siempre tuvo el mismo y único fin: el compromiso con los ciudadanos y el sostenimiento de la seguridad jurídica.

En ese sentido, cada vez que una persona tiene una decisión importante para tomar, que afecta a su patrimonio, a sí mismo o a los integrantes de su familia, el escribano está a su lado, cerca, para dar el mejor consejo y acompañarlo, asegurando de manera absoluta la legalidad y seguridad jurídica de las acciones emprendidas.

Esa confianza fue construida a lo largo de generaciones y es para el notariado una enorme responsabilidad que honramos con el mayor compromiso. Esa coyuntura nos obliga a mantenernos permanentemente actualizados, en sintonía con las transformaciones que vive la comunidad de la que formamos parte.

Hoy, que enfrentamos los desafíos que nos plantean las nuevas realidades económicas, sociales, más la incorporación cada vez más extendida de las tecnologías de uso diario, el notariado se encuentra comprometido en la capacitación constante y en la incorporación de herramientas digitales que permitan continuar ofreciéndole a la comunidad las mejores respuestas a todos sus requerimientos.

Somos una de las profesiones con mayor nivel de capacitación y actualización. Se trata de un proceso constante que requiere de profesionalidad y estructura y que permite brindar un servicio de excelencia en cada uno de los rincones de la Provincia donde ejercen su función los más de dos mil notarios bonaerenses, distribuidos en 17 delegaciones que garantizan la representatividad en la toma de decisiones.

Incorporando las nuevas tecnologías en todos nuestros ámbitos, estamos trabajando para proyectarlas en los servicios que necesita el ciudadano del Siglo XXI. Esa labor incluye, por ejemplo, la utilización de la firma digital y el documento electrónico, siendo precursores en esta tarea que iniciamos hace más de veinte años.

Todos estos desafíos que redefinen nuestra manera de actuar y el contexto en el que nos desempeñamos los escribanos, no cambian el eje central de nuestra profesión, que, como se mencionó con anterioridad, es el compromiso con el sostenimiento y la garantía de la seguridad jurídica.

Aunque el paso del tiempo cambie los soportes, mecanismos o instrumentos, siempre permanecerá inalterable el rol del notario para dar certidumbre y confianza.

Se trata, en definitiva, de mantener los valores de compromiso con la ciudadanía y defensa de la seguridad jurídica que se han edificado a lo largo de décadas adaptando la tarea y las herramientas a las demandas de la sociedad actual.

Así hemos impulsado la transformación de cada escribano para enfrentar los nuevos desafíos asegurando y sosteniendo los valores de confianza, certeza y seguridad jurídica construidos desde hace 130 años.

(*): Presidente Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...