Agustín Opychanyy (20) y Leonardo Duhalde (20) se entregaron este miércoles y dieron una versión exculpatoria de los hechos.
Los dos detenidos por el crimen de Luis Mansilla (19), el joven asesinado el lunes a la tarde cuando el auto en el que iba con tres amigos y su primo, fue acribillado desde una motocicleta, manifestaron su inocencia ante la fiscal del caso y plantearon algunas dudas sobre si se trata de los homicidas.
El asesinato de Mansilla se produjo en un contexto de violencia generada a partir del robo de motocicletas en los barrios Las Heras, Florencio Sánchez y San Martín.
Agustín Opychanyy (20) y Leonardo Duhalde (20) se habían entregado entre la madrugada y la mañana de este miércoles después de que la fiscal Andrea Gómez y la Justicia de Garantías ordenara sus detenciones.
La hipótesis inicial que permitió la autorización del allanamiento en los domicilios de Opychanyy (conocido como el Gordo Melman) y Duhalde (“El Huevito” o el “Hijo del Huevo”) fue construida por los testimonios de los allegados a Mansilla. A partir de esos dichos, para la fiscal Gómez hubo evidencia incriminatoria respecto a ambos jóvenes, sin embargo con el correr de las horas se agregaron algunos detalles más de lo sucedido que podría generar un cambio importante en el expediente.
La primera versión de los hechos sostuvo que Mansilla acompañó a su primo de 18 años en el automóvil Pegueot de éste a “recuperar” una moto Honda Tornado que le habían robado a un amigo, de nombre Nicolás. Mansilla, su primo, el joven Nicolás y otros dos más -uno sería un menor- se dirigieron cerca de las 19 del lunes a buscar a Opychanyy, a quien consideraban responsable del robo de esa motocicleta. El robo había sucedido solo un par de horas antes cuando, según la versión inicial, Opychanyy había llegado hasta el grupo de amigos de Mansilla a reclamarle por la aparición de otra moto robada, una Honda Twister.
Al no encontrar la respuesta que esperaba Opychanyy, que estaba acompañado por otras personas, se habría apoderado de esa moto Tornado. A partir de ese hecho fue que Mansilla se sumó a su primo y sus amigos para ir en busca de la motocicleta a la casa de Opychanyy. Una vez allí, la vivienda habría recibido unos impactos de bala desde el Peugeot, lo que hizo que desde un costado de la casa salieran dos jóvenes a bordo de la motocicleta en persecución del auto.
Desde ese lugar, Camuso al 2600, y por varias calles de los barrios Las Heras, Florencia Sánchez y San Martín se extendió la carrera. En varios trayectos desde la motocicleta efectuaron disparos y un proyectil impactó en la cabeza de Mansilla, que iba sentado detrás. El vehículo tenía otros 9 orificios de bala, todos ellos de calibre 9 milímetros.
Cuando comenzó la investigación los testimonios recogidos entre los allegados a Mansilla, incluido su primo y un menor que iban en el automóvil, los primeros en ser señalados como los que iban en la motocicleta era Opychanyy y Duhalde. En realidad se referían al Gordo Melman y al “Hijo del Huevo”, aunque con algunas imprecisiones.
Debido a que la hipótesis en su totalidad parecía no tener fisuras en relación a ambos jóvenes, se libraron las órdenes de detención y allanamiento.
Pero en la jornada de este miércoles fueron llegando nuevos testimonios y hasta en el mismo barrio la familia de Mansilla se enteró de más detalles de lo que había ocurrido. Incluso una fuente no oficial aseguró que familiares de la víctima habrían reconocido a familiares de Duhalde que sabían que él no había estado en la motocicleta.
La declaración de Duhalde fue extensa, explicó todo lo que había pasado y dijo que había otras personas en la motocicleta. Que él no era uno de los dos que disparó contra el automóvil.
Luego al comparecer Opychanyy también dio una versión exculpatoria, aunque no tan sólida como la del otro joven. De todos modos los dos reconocieron estar involucrados en el contexto en el que se registró el asesinato de Mansilla.
Lo concreto es que ahora la causa pasó a la órbita de la DDI Mar del Plata que está encargada de cotejar los testimonios y establecer si los dichos de Duhalde y Opychanyy son verídicos.
En tanto, ambos permanecerán detenidos hasta que haya avances en la investigación.