por Vito Amalfitano
Dante Panzeri acuñó que el fútbol es Dinámica de lo Impensado. Pero también decía, contra lo que está impuesto, que este es un juego lógico.
Por ejemplo, es ilógico que Corea le gane a Alemania. Pero también es lógico que Alemania se haya ido antes que siempre porque esta vez no sustentó su idea con eficacia. Y porque su proyecto atraviesa una etapa de transición.
Es cierto que parece raro que los semifinalistas del Mundial sean Francia, Bélgica, Croacia, Inglaterra.
En realidad lo que más impacta en el mundo del fútbol es que se hayan quedado afuera de la definición la propia Alemania, España, Brasil, Argentina, todos ellos, no unicamente alguno.
En realidad, sin embargo, los cuatro que llegaron son los que tenían que llegar. Cero azar, más allá de las victorias por penales de Inglaterra ante Colombia y de Croacia sobre Rusia. En esa instancia hay también destreza, personalidad, dominio psicológico de la situación, espíritu ganador. En todo caso, para llegar a los penales no perdieron, y acumularon triunfos previos para arribar a cuartos.
Pero además, y lo más importante, estos cuatro y no otros, llegaron porque demostraron ser hoy mejores que los demás basados en empirismo puro. Son, ante todo, el producto de proyectos a largo plazo, en especial Francia, Inglaterra, Bélgica, pero Croacia además cuenta con el mejor mediocampo del mundo, con Rakitic y Modric.
Francia es hoy otra etapa, aggiornada, de la continuidad del proyecto que se inició con Aimé Jacquet antes del Mundial 98. Su entrenador es el capitán de aquel equipo campeón, Didier Deschamps. Antoine Griezmann es hoy uno de los creativos más destacados y determinantes del fútbol europeo. Kylian Mbappé es la gran figura jóven de este Mundial, el jugador capaz de hacer lo más brillante a la máxima velocidad. Y Paul Pogba-Ngolo Kanté es una pareja de “pacman” que te devoran en la mitad de la cancha.
Vaya si Bélgica es el resultado lógico de una continuidad. Ocho de sus futbolistas titulares hoy estuvieron el partido de cuartos de final ante Argentina. Ya aquel era un equipo serio y muy competitivo, pero jóven. Hoy, cuatro años después, y con muchos partidos internacionales encima, alcanza su maduración en Rusia. Y también con dos jugadores que tranquilamente pueden pelear por el Balón de Oro o por ser el mejor de esta Copa, Eden Hazard, “el Riquelme” que queda en el fútbol de hoy, y Kevin De Bruyne. Y un goleador imponente como Romelu Lukaku, que no parece un jugador técnico en Manchester United pero sí en Bélgica. El equipo mejora al futbolista.
No contará esta vez Bélgica con la clase y fineza de Thomas Meunier, suspendido, pero eso quizá obligue al entrenador Roberto Martínez a adoptar un esquema más clásico, un 4-4-2, que “de rebote” mejore una de las flaquezas del equipo, el aspecto defensivo (Túnez y Japón le hicieron dos goles cada uno), por esta insistencia de jugar con tres defensores, más allá de lo bien que se cierra en abanico Yannick Carrasco o como lo hacía el propio Meunier para rearmar la línea de cuatro.
En Croacia la explicación es corta y también lógica pura: Ivan Rakitic es volante de Barcelona, Lucas Modric de Real Madrid. Si se le agrega a Brozovic y/o Kramaric, por ejemplo, el medio es del máximo nivel posible. Con el plus de que se le agregan nada menos que Perisic y Rebic a los extremos y más adelante.
En Inglaterra la Federación invirtió muchos años y dinero para esto. Para que la selección este al nivel de la Premier, quizá la liga más fuerte del mundo. Y en el equipo hay muchos nutrientes de la semilla del Arsenal de Wenger, ahora del Manchester City de Pep y del Tottenham de Pochettino, que suma nada menos que nueve futbolistas en esta semifinal, si se cuentan las cuatro selecciones. Es el club del mundo que más futbolistas aporta a la definición de esta Copa del Mundo.
Y otro detalle al respecto: la Premier es lejos la de más jugadores en la semifinal, 40 en total en la suma de los cuatro equipos. Siempre con el detalle de los 23 que están directamente en la lista de Inglaterra. Pero para llegar a 40 quedan otros 17. Y la segunda liga que más aporta a las semifinales recién llega con 12, y es la de España. Hay 11 de la Ligue 1 de Francia, 9 de la Bundesliga y 8 de la Serie A de Italia.
Pero además, y ante todo, Inglaterra juega bien, quizá con más toque y juego asociado que nunca en su historia. Y tiene a Harry Kane, el máximo goleador del campeonato. “Its coming home (…) football’s coming home” cantan los hinchas ingleses desde el primer día del Mundial. Una vieja canción, que entonaban en la Eurocopa 1996, que se llama Three Lions, y que tenía un matiz y una letra pesimista pero que la reconvirtieron con la intención de decir que van a “regresar con la Copa”. Se lo creen. Y esta vez tienen con qué.