En abril quiso robar dos motocicletas en un lapso de 1 hora. La policía logró detenerlo y lo puso a disposición de la Justicia. En 2017 había sido condenado por un hecho similar. Ahora recibió una pena de 1 años y 10 meses de prisión
Un hombre de 49 años, merodeador del centro de la ciudad en busca de oportunidades para delinquir, recibió una condena acordada con la Justicia por haber intentado robar una motocicleta a un estudiante de derecho y una hora más tarde llevarse a tiro otro vehículo mientras lo desarmaba.
Un detalle peculiar del caso protagonizado por Fabian Staengel (49) es que en el año 2017 había cometido un hecho similar y recibido una condena.
El integrante del Tribunal Criminal N°1 de Mar del Plata, Facundo Gómez Urso, avaló el acuerdo entre la defensa de Staengel y la fiscalía para aplicar una pena de 1 año y 10 meses de prisión, además de mantener la declaración de reincidencia.
“Se trata de un hecho menor tal vez en el escenario delictivo de Mar del Plata, pero es bueno que se sepa que robar una moto está mal. A juzgar por lo reiterado de este tipo de hechos, parecería que mucha gente no lo sabe”, explicó una fuente judicial.
Los episodios perpetrados por Staengel se remontan al 12 de abril de este año, a las seis de la tarde, cuando un estudiante de derecho estacionó su motocicleta en Mitre entre 9 de Julio y 25 de Mayo. Luego de hacer un trámite de unos pocos minutos, el estudiante regresó y vio que no estaba su Honda XSRL 125, pero al hacer una búsqueda visual la vio en la plaza San Martín, frente a la Facultad.
El estudiante corrió y entró en forcejeo con el hombre que la estaba llevando a tiro. De esa manera logró ponerlo en fuga, pero denunció a la policía lo sucedido.
Casi una hora después, a las 19, en Córdoba y Brown a un vecino le llamó la atención una escena extraña: un hombre empujaba una motocicleta y al mismo tiempo le iba a quitando accesorios y colocándolos en sus bolsillos. Al llamar a la policía para contar lo que estaba viendo agregó que en ese momento el hombre tironeaba de la óptica delantera para arrancarla.
Personal del Comando de Patrullas llegó al lugar a los pocos minutos y tras una breve persecución logró detener a Staengel.
Cruzados los datos con el testimonio del estudiante de derecho se estableció que se trataba de la misma persona por el atuendo. Vestía un pantalón de jeans sucio y un buzo gris. Pero una característica física inconfundible terminó por sellar su suerte: le faltaban las “paletas” o, mejor dicho, los dos dientes frontales.
Staengel fue detenido y acusado de los delitos de “robo agravado por tratarse de vehículo dejado en la vía pública en grado de tentativa” y “hurto agravado por tratarse de vehículo dejado en la vía pública”. Su proceso judicial, por el monto de la pena a aplicar, se resolvió en un acuerdo de juicio abreviado.
En el fallo del juez Gómez Urso se mantuvo el estatus de reincidente por un hecho similar que Staengel había cometido en junio de 2017. En esa ocasión la justicia lo había condenado a la pena de 1 año y 7 meses de prisión.