Actualmente, un tercio de la cerveza artesanal del país se produce en Mar del Plata. El fenómeno creció en la ciudad de manera notable en los últimos años y hoy en día se producen hasta 600.000 litros mensuales. Por esto nació el primer festival de cerveza artesanal que reconoció a la industria.
por Alvaro D’Elía
El sábado por la noche culminó Macerar, el primer festival de cerveza artesanal de Mar del Plata. Fueron tres días a toda orquesta donde miles de visitantes pudieron degustar todo tipo de cervezas distribuidos en los más de 50 metros de barra. Una verdadera novedad, y no fue la única, que causó sorpresa entre los presentes y que demostró facilidad a la hora de elegir qué beber entre las 80 variedades de brebajes de los mejores fabricantes de la ciudad.
El marplatense inculcó el hábito de consumir cerveza artesanal cualquier día de la semana sin importar el horario, ya sea en el bar o adquiriendo la nueva modalidad de los botellones. Todo una tradición. Es por eso que los organizadores del evento -la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata y NA Producciones- decidieron que Macerar arranque el jueves 10 de noviembre, momento en que se celebra el Día de la Tradición en todo el país. Y además, porque coincidía con la fecha de creación de la Cámara.
Durante el primer día muchos fueron los curiosos que se acercaron al Arena MDQ para ver de qué se trataba: desde los paladares más exigentes y conocedores de la conjunción entre agua, malta, lúpulo y levadura, hasta los que fueron “a ver que onda”.
Pasado el mediodía y ya con todo organizado, se abrieron las puertas de Juan B. Justo y Edison. A medida que los espectadores recorrían el decorado galpón, se encontraban con diversas ofertas e innovaciones. Y si de innovar hablamos, hay que destacar el sistema de precarga NFC, que por primera vez se usó en Argentina y que fue traído desde España. Este le permitió al consumidor acceder a su tarjeta, cargarle un monto estimado y así realizar una compra en todos los puntos de venta de bebidas y alimentos donde, por aproximación a un smartphone, se le descontaba el precio del pedido (como si fuese la SUBE). Y si no se gastaba todo el dinero cargado, se lo reintegraban junto al valor de la tarjeta. De este modo, se evitaron largas filas y la circulación de efectivo. Al principio, la gente se sorprendió por este novedoso sistema pero luego terminó amigándose y fue aprobado.
Entre las diversas ofertas se destacaron: los espacios gastronómicos con especialidades gourmet ideales para acompañar y maridar cada tipo de cerveza; las degustaciones especiales con presentaciones de nuevas variedades a cargo de maestros cerveceros y las charlas y talleres en el auditorio a cargo de referentes de la industria que contaron sus experiencias y transmitieron sus secretos. Todo esto musicalizado por el colectivo creativo musical -inspirado en el barrio neoyorkino de Williamsburg, como ejemplo de los movimientos contraculturales y amor incondicional y declarado por la cerveza artesanal. Con la estampa del under porteño más el espíritu marplatense, la impronta de su arte y su música independiente, destacados artistas que viven a la sombra de la cultura mainstream como analogía de la delicada, dedicada y genuina fabricación de la cerveza artesanal se subieron al escenario de Macerar.
Alrededor de las 20, fue el momento de los Dancing Mood y de apogeo total. Mucha gente, gargantas sedientas y las canillas a full. Una verdadera fiesta.
¿Lo negativo de la jornada? Cuando se encendió la pantalla gigante y Argentina perdía contra Brasil por 1 a 0. Para colmo, a los pocos minutos Neymar anotaría el segundo gol brasileño. La mala racha continuó en el complemento y fue final 0-3. Sabor amargo para Messi y compañía, pero no para la gente del Macerar que siguió tomando hasta la medianoche.
Ya en la segunda jornada, el humor también dijo presente. En el Macerar familiar -un espacio que fue pensado para compartir con los más pequeños- el teatro, las canciones, los títeres, clowns y la acrobacia fueron los principales actores para pasar un buen rato en familia. Sin dudas, un festival para todas las edades.
El periodista y humorista Pablo Vasco, quien se puso el festival al hombro arriba del escenario, fue el que generó una cálida interacción entre Macerar y el público. Y quién, a su vez, hizo las veces de vocero oficial anunciando las distintas atracciones del evento.
Cuando finalmente lograron bajar del escenario a Vasco, Lastronauta Orchesta tomó la posta y la rompieron. Cerraron la jornada haciendo bailar a todos.
El sábado fue el último día y el Arena MDQ abrió sus puertas nuevamente y lució limpio e impecable, al igual que los días anteriores, y eso es algo que hay que destacar por tratarse de una fiesta multitudinaria. Fue la jornada que más gente convocó y nuevamente el centro de atención fue la amplia barra, la gran variedad de cervezas artesanales, el diverso menú gastronómico y el abanico de presentaciones artísticas. Por la noche, la música a cargo de Miau Trío, Los Blabla y el cierre, otra vez a cargo de Lastronauta Orchesta, dieron fin a una experiencia sensorial donde los presentes pudieron vivir, compartir y disfrutar un momento único entre el sabor de las mejores cervezas artesanales, las más exquisitas comidas y la cultura cervecera.
En el predio donde existió el Superdomo, aquel mítico estadio con su peculiar formato de carpa ovalada gigante, que durante fines de los ’80 y principios de los ’90 supo albergar grandes recitales como los de Soda Stereo (1988), Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota (1989) y, un año más tarde, Charly García, -además de los recordados y tan vibrantes Quilmes-Peñarol-. Hoy le tocó a Macerar, que fue mucho más que el primer festival de cerveza artesanal. Sino también la consagración, el reconocimiento y la celebración de una industria que hace años crece, se posiciona y lidera el segmento a nivel nacional e internacional.
Banco y celebro este tipo de eventos que son la expresión de la buena tradición local, que marcan el esfuerzo del sector privado con el apoyo del sector público por realizar algo distinto para el marplatense, que lo aceptó de buena manera. Y porque también brinda trabajo a cientos de personas.
Fue una gran idea y ojalá que se repita ya que sería el punto de partida para que la ciudad comience a expandirse. Por lo pronto, este último fin de semana, Mar del Plata se tomó un tiempo para disfrutar.