El hecho ocurrió pasadas las 19.30 en el barrio cuando un hombre de 32 años fue atacado por otro en plena calle del barrio 9 de Julio.
Un hombre de 32 años fue asesinado de dos puñaladas tras una pelea que mantuvo con otro por una mujer en el barrio 9 de Julio.
La víctima fue identificada como Matías Espíndola, quien según fuentes de la investigación del caso tenía antecedentes penales por homicidio, robo calificado, tentativa de robo, amenazas y lesiones.
La muerte de Espíndola se produjo pasadas las 19.30 de este martes en República del Líbano al 900, cuando por causas que se tratan de determinar fue interceptado por otro hombre. Si bien en un principio se sospechó que éste había llegado al lugar en una motocicleta y acompañado por un cómplice, pero esa versión quedó casi descartada más tarde.
De acuerdo a los datos que recabaron los investigadores, el asesino de Espíndola habría llegado solo e increpado a la víctima a pocos metros de su casa. Entre ambos hubo una breve discusión hasta que se trenzaron en lucha.
Según declaró uno de los vecinos de la zona, testigo presencial de la pelea, Espíndola fue apuñalado en dos oportunidades: la primera agresión la sufrió en la zona abdominal y la segunda, que le ocasionó la muerte, a la altura del corazón.
“Le metió un puntazo y cuando estaba en el suelo lo acuchilló en el corazón ese gato. Vino del puerto y le buscó roña. Ya va a caer”, dijo un hombre que se presentó como amigo de la víctima en diálogo con LA CAPITAL. Luego, mencionó que al momento de los hechos él y el resto del grupo al que pertenecía Espíndola se encontraban a pocas cuadras “cerca de la vía”. Después, se fue del lugar negándose a dar su nombre.
Otros vecinos del barrio que dialogaron con este medio mencionaron que el agresor portaba una cuchilla “larga, grande, tipo de filetero” y que después de matar a la víctima guardó el arma blanca dentro de una campera que llevaba puesta y se dirigió caminando a la avenida Libertad. Una vez allí, tomó un colectivo y huyó.
Mientras tanto, familiares y allegados a la víctima tomaron conocimiento de lo que había ocurrido y comenzaron a pedir ayuda. En cuestión de minutos, arribó al lugar una ambulancia pero el médico y los enfermeros que iban en ella no pudieron hacer nada para reanimar a Espíndola: sólo corroboraron que ya estaba muerto y se retiraron del lugar.
Casi en simultáneo efectivos policiales del CPC Norte y de la comisaría sexta -ubicada a menos de 200 metros- comenzaron a trabajar en el caso y notificaron al fiscal Alejandro Pellegrinelli. También arribó la Policía Científica, que realizó peritajes y retiró el cadáver de Espíndola, que todavía estaba tendido sobre la calle de tierra, junto a un árbol.
Según pudo saber LA CAPITAL, la existencia de testigos presenciales sería de vital importancia en el desarrollo de la causa, ya que posibilitaría la identificación de homicida. Si bien se desconoce el móvil oficial del crimen, anoche los investigadores casi daban por hecho que el asesino y Espíndola se conocían y que estaban enemistados por una mujer que vive el mismo barrio que la víctima.