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Llueve sobre mojado, otra vez la amenaza latente de la fase 3 y pedidos de más alimentos en los centros barriales

Todo volvió a complicarse. La irrupción de un nuevo brote de coronavirus en una clínica psiquiátrica, cuando comenzaban a recuperarse pacientes del geriátrico Namasté y del Hospital Houssay, pone a Mar del Plata nuevamente en situación de riesgo a la hora de definirse las fases este fin de semana. Mientras, crece la preocupación en los barrios

El coronavirus no da descanso. Cuando se suponía que con la tranquilidad de continuar en fase 4 se irían apagando los “incendios” de los casos en el Hogar de Ancianos Namasté, el Hospital Houssay y la pesquera clandestina, la irrupción de un nuevo brote, esta vez en la clínica de Psicopatología del Mar, vuelve a poner a Mar del Plata en una difícil situación, puesto que se dispararon los contagios cuando se esperaba celebrar el buen número de pacientes recuperados, del Houssay y de Namasté (esta tarde había 16 en condiciones de recibir el alta) que se están registrando en estos días. La situación generada en la clínica psiquiátrica genera mucha preocupación en la comuna donde no descartan que los contagios tengan que contarse por decenas. “Todo lo que se iba hisopando daba positivo. Ahora se tratará de establecer si el personal de salud trabajaba en otros lugares, pero por lo pronto hay que encarar todo lo referente a aislamiento y contactos”, reconoció una fuente de la Secretaría de Salud.

Una situación que se da en paralelo con la apertura de restaurantes y bares. Así, se produce esta flexibilización en momentos en que se registra la mayor cantidad de casos, lo cual genera críticas de muchos marplatenses. El intendente, en tanto, es categórico: “En las actividades que hemos ido habilitando con una comisión conformada por todos los sectores políticos, no hemos tenido inconvenientes porque se cumplieron los protocolos. Hoy los casos se dan en sectores esenciales que incluso hubiesen estado funcionando en fase 1. Allí fallaron los protocolos”, consignó a propósito de los contagios registrados en el Hospital Houssay (146 casos acumulados), Namasté (91) y la pesquera trucha (83). Montenegro, en conferencia de prensa volvió a pedirles a marplatenses y batanenses cumplir con las medidas de seguridad e higiene para “seguir manteniendo lo que hemos logrado. Cada uno de nosotros es responsable y sabe quién es un paciente de riesgo”, dijo, y aclaró que en estos momentos hay 34 pacientes con coronavirus internados en hospitales -el 10 por ciento de los casos activos- utilizando respirador sólo uno de ellos. Lo cierto es que julio ha castigado con dureza a Mar del Plata, registrándose 395 casos en lo que va del mes, a un promedio de 16 casos por día. Hay circulación viral pero no transmisión comunitaria, sostiene el intendente y lo avalan desde la Provincia.

La directora de Epidemiología bonaerense, Teresa Varela, sostuvo que por el momento «no hay transmisión comunitaria» de coronavirus en Mar del Plata. «Estamos en Mar del Plata con transmisión por conglomerado y es cuando más prevención hay que hacer porque es el paso previo a la transmisión comunitaria», refirió Varela en diálogo con María Delia Sebastiani en LU6 y añadió que “cuando ese momento llega se debe limitar el movimiento de la población. Sucede cuando hay muchos casos de los cuales no se puede establecer el nexo epidemiológico». Con un parte que en cuanto a los números de nuevos contagiado se espera que esta noche no sea benévolo, vuelve a pensarse en el fin de semana, cuando la Provincia volverá a definir en qué fase se encuentra cada municipio.



La semana pasada, tras conversaciones y negociaciones, y con la presión de entidades empresariales y comerciales, se decidió que Mar del Plata (General Pueyrredon), continuara en la fase 4. ¿Se podrá lograr lo mismo este fin de semana cuando lejos de descender los casos están creciendo? El pase a fase 3 obliga, inexorablemente, a suspender la obra privada, cerrar la gastronomía y dejar de lado salidas recreativas y hasta la práctica de deportes al aire libre. Un golpe al corazón de la economía marplatense ya de por sí castigada aún desde antes de la pandemia. “No creo que sirva de mucho volver a fase 3. Lo ideal sería aguantar todo lo que se pueda en la 4 y en caso de que la situación se agrave, cuando ya no se puedan establecer los nexos de los contagiados y se vea en peligro la cobertura hospitalaria, entonces sí habrá que cerrar todo durante algunos días”, detalló una fuente municipal.

 

Por otra parte, crece la inquietud en los barrios, muchos de ellos castigados por las intensas lluvias de estas horas, donde evalúan que los tiempos se agotaron y la situación sociosanitaria reviste una gravedad pocas veces vista. Así se lo expresaron al intendente en una reunión vía Zoom donde se plantearon temas relacionados a las distintas alertas que se están abordando en el territorio. Se desarrollaron las problemáticas de género y las condiciones de habitabilidad en los barrios populares. Dado el contexto, la alerta sanitaria y alimentaria ocuparon la mayor parte de la reunión. El funcionamiento del 107, la asistencia a los aislados, la apertura de nuevos centros Covid, la implementación del programa Detectar y la necesidad de convocar al Comité de Crisis, que no se reúne desde el 2 de abril, y la urgencia de contar ya con insumos para garantizar la higiene personal y comunitaria, fueron los temas planteados en torno al cambio de la situación sanitaria.



En torno a la grave problemática alimentaria que vive la ciudad, los CBE plantearon la necesidad de llegar a los 20 mil kilos semanales durante al menos los próximos tres meses.

El martes volverán a reunirse. “Desde los CBE quedamos a la espera de repuestas favorables a los reclamos. Como se le señaló al intendente en la reunión, los tiempos se agotaron, la situación sociosanitaria reviste una gravedad pocas veces vista”, reiteraron. Cerca de 40.500 personas por día asisten a los comedores barriales. Días atrás, uno de esos centros, en el barrio Las Heras, dejó de funcionar puesto que aislaron a una cocinera que finalmente dio negativo en el testeo por coronavirus. Por ello en la reunión se trató también se establecer la forma de garantizar la llegada de ayuda alimentaria a estos comedores cuando algunos de los mismos se conviertan en focos de contagios de coronavirus. “Ya no alcanzan 15 mil kilos de alimentos. Se necesitan 20 mil kilos semanales especialmente de productos frescos”, se indicó finalmente.

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