Arte y Espectáculos

Llega un show de canto lírico disidente con la participación de una contratenora

"La vocalidad es como la identidad, es lo que queremos, elegimos y deseamos", definió la cantante y docente Luchi Gyldenfeldt, protagonista del recital que se realizará este sábado en el marco del Festival Casoh!

 

 

“Desde lo identitario” es el concierto de música lírica que protagonizará la cantante disidente Luchi Gyldenfeldt. Será en el marco del festival Casoh!, una muestra de arte y activismo que se desarrollará este sábado y domingo en el complejo Auditorium con un extenso programa de actividades. El recital se realizará este sábado a las 19 en el café teatral “Emilio Alfaro” junto al pianista marplatense Valentino Grande D´Scala.

 


Podés conocer a la artista acá:


 

Abanderada del canto disidente, es decir de aquel que se rebela contra los cánones rígidos que signaron a la disciplina desde sus orígenes, Gyldenfeldt se define como “contratenora” y desde su identidad de femeneidad travesti aborda un repertorio de operas clásicas, desde Carmen a Sanson y Dalila, entre otras.

“La música no tiene género, las vocalidades son libres y merecen espacios para ser exploradas libremente y para reapropiarse del repertorio clásico”, expresó Luchi, quien también es docente de la Universidad de las Artes, en la ciudad de Buenos Aires. Tiene a su cargo la cátedra de canto disidente.

El show que protagonizará en Mar del Plata, donde también viaja para dar clases a alumnas y alumnos, supone “revisar obras clásicas y del período romántico, de la lírica, de la música de cámara y de la opera”, dijo y se definió afin con la “identidad travesti”.

Su trabajo en el canto lírico, una de las disciplinas del arte más conservadora, se relaciona con la lucha del movimiento trans, que busca impulsar al colectivo a nuevos espacios. En este sentido, en la ciudad de Buenos Aires presentó “Opera Queer” junto a su hermana gemela Ferni Gyldenfeldt, una propuesta que definió como “catapulta”, por su poder arrollador, divergente y transformador.

“Estudié en la Universidad Nacional de las Artes, me recibí en 2017, en ese momento con el registro de barítono, antes de que comenzara la pandemia transicioné vocalmente. Observé internamente que yo no quería seguir cantando de esa manera, asociada lo varonil, a lo masculino, a un registro grave. Siempre jugué a cantar de otra forma: jugué con el falsete y con la voz de cabeza. Opera Queer fue un espectáculo catapulta para mí, porque me permitió explorar mi vocalidad, en todos sus aspectos y registros”, repasó su historia en una entrevista con LA CAPITAL.

“En el 2019 decidí empezar a trabajar internamente en el registro de contratenor e inmediatamente después decidí nombrarme como contratenora, porque me parece que es una gran discusión el hecho de ocupar espacios para poder asumir que es nuestro derecho a nombrarnos como queramos”, expresó.

-¿Cómo definís al canto disidente?

-Parto de mi experiencia como cantante egresada de la Universidad Nacional de las Artes, como militante y activista junto con Opera Queer. Creo que es importante reflexionar sobre todo lo que nos ha sido heredado, dado y naturalizado por esta sociedad con sus patrones binarios y anclados en un biologicismo que decreta que por nacer con tal o cual genitalidad el futuro de las personas va a ser lo que la sociedad ha decretado sobre nuestras identidades y corporalidades. En ese sentido, el canto es tapado al ser una construcción también cultural y se ha establecido una fuerte tradición en relación a los registros vocales. Una cátedra de canto disidente propone que la vocalidad es como la identidad, es lo que queremos y elegimos y deseamos y es móvil, no es algo fijo, la entiendo un poco más mutante, una cátedra disidente puede separar los registros vocales desde un lugar binario. Siendo una profesora trans tener alumnes no binaries es un montón.

-Buscás visibilizar otras maneras de cantar.

-Una cátedra de canto disidente no crea vocalidades disidentes, las visibiliza, les da lugar, siembra la semilla. Que en Mar del Plata en este momento no haya una cátedra de canto de disidente no significa que no haya vocalidades disidentes. Me parece que es importante nombrarlo, es necesario pedir por estas trincheras amorosas para las disidencias sexogenéticas, porque no se trata únicamente de incluirlas, o de incorporarlas, muchas veces estamos cargando de esta manera en estas existencias una responsabilidad enorme de incluirlas en un grupo donde quizás no se sienten cómodas, cómodos o cómodes y no tienen por qué ser la ESI andando para explicarle al resto de las personas cómo se sienten. Necesitamos sentirnos cómodas para poder explorar justamente en nuestras vocalidades disidentes y a veces lo que necesitamos, como diría Susy Shock, son estas trincheras amorosas, quienes no lo entienden digamos es porque nunca han necesitado tener trincheras amorosas para sentirse seguras.

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