La escritora y periodista argentina habló de su experiencia como cronista y de su forma de trabajar a la hora de elaborar perfiles.
Leila Guerriero afirmó que desde que es periodista no volvió a escribir ficción, solo redacta crónicas y perfiles tanto en formato corto (perfil) como largo (libro), buscando “sutileza” y “complejidad”, ya que le interesan las historias de personas y para ello necesita “mucho espacio”.
En una charla con la periodista ecuatoriana Sabrina Duque en la XII edición del Festival Gabo de Bogotá, la escritora y periodista argentina habló de su experiencia como cronista y de su forma de trabajar a la hora de elaborar perfiles.
“Hay que encontrar a alguien que tenga una singularidad fuerte y universal y tener ojo para saber que trasciende tu interés personal, que algo que interesa a nivel local no viaja a otros países”, explicó Guerriero, y añadió que hay que ser flexible porque “a veces vas con una idea y se presenta otra y tienes que saber cuál es mejor“.
Toda la intervención se centró el ejercicio periodístico de elaborar crónicas y perfiles, desde la investigación y recopilación de información hasta el proceso de escritura y de cómo elaborar las entrevistas: “Hay que buscar siempre el lugar de la opacidad, poner una grabadora sobre la mesa para que se vea claro que eres periodista. No hablo de mi vida salvo que me pregunten, solo lo necesario y suficiente”.
“El estado de escritura es algo separado del mundo”
La evolución de un escritor es otro de los temas que Guerriero analizó, apuntando que hay cosas de su trabajo que ha cambiado, como la “enorme cantidad de adjetivos”, pero que las metáforas como descripciones le producen “adrenalina” y es algo a lo que no quiere renunciar.
“Escribo conectada con el estado de escritura, un estado separado del mundo”, afirmó la cronista, quien reclama que no es algo fácil de lograr y que intenta que nada le distraiga mientras está trabajando.
Guerriero prefiere no compartir los temas sobre los que trabaja con su entorno, pues afirma que “la gente siempre quiere colaborar o dar consejo”, algo que considera peligroso, y solo comienza a escribir una vez ha terminado la parte del reportaje terminado, afirmó.
Además compartió que, una vez termina una entrevista, toma notas al respecto, “sobre todo de las descripciones del ambiente”, y después se olvida de ello hasta ponerse a escribir, porque tiene “muchos temas al tiempo en la cabeza”.
EFE.