"Nunca hice imposición de manos", dijo en una nota a LA CAPITAL, la santafesina a la que siguen miles de personas en encuentros de fe.
“La música fue el disparador que me llevó a conectar con Dios” definió Leda Bergonzi a LA CAPITAL. La santafesina, que se hizo conocida como “sanadora”, llega por primera vez a Mar del Plata con su mensaje de fe, este sábado 7 de diciembre.
Leda canta desde hace muchos años, pero en estos últimos tiempos, lo hace desde un escenario, como forma de “transmitir el amor a Dios”.
Antes de pisar el escenario del Radio City con su show musical de presentación de su disco “El poder de tu amor”, la popular referente que hace hincapié en la importancia de la espiritualidad, señaló que “Nunca hice imposición de manos”, que su “gracia”, no tiene tanto que ver con la cercanía sino “con el sentir propio de ser cubierto por la gracia de Dios”.
“San Agustín nos decía ‘el que canta, ora dos veces”, le aseveró Leda a LA CAPITAL en referencia a lo que siente al cantar.
Si bien la producción que trae el espectáculo aclaró que “Leda no está dando notas”, sí accedió a responder unas preguntas para el diario.
-¿Qué te motiva a cantar públicamente?
-Desde mis comienzos fue una de las expresiones que predominó en cada adoración Eucarística, por lo tanto no es nuevo para mí cantar sino que es un modo diferente de hacerlo en teatros o con músicos profesionales. Pero la manifestación del Espíritu Santo es la misma.
-¿Cuál es el mensaje que querés dar con tu música?
-El mensaje siempre es el mismo: que la gente siga a Dios y se dejen encontrar por Él.
-¿Cómo descubriste tu devoción católica, cómo y cuando la empezaste a combinar con la música?
-Ya hace 13 años camino con este carisma y la música fue un disparador que me llevaba a conectar con Dios…
-¿Cómo es la presentación en vivo?
-Nosotros nos preparamos para transmitir el amor de Dios por medio de la música y un canto de esperanza que suena para instalarse en nuestra vida renovando cada interior.
-¿Cómo te cambió la vida esa conexión que sentiste con el prójimo?
-Cuando descubrí este tesoro, comencé a caminar la fe de una manera más generosa, también entregando cosas cotidianas, ya que mis tiempos y la opción de llevar está buena noticia iba llevándome por caminos diferentes…
El amor por cada necesitado también crecía y ya deseaba que todos sientan que “hay luz” que nos aleja de las tinieblas.
-¿Cómo la seguís canalizando? ¿Continuás haciendo imposición de manos?
-Nunca hice imposición de manos, ni siquiera he llegado a tocar a muchos ya que la gracia se hacía presente de manera exponencial y no se encerraba en una cercanía sino en el sentir propio de ser cubierto por la gracia de Dios.
-¿Cómo es hoy tu relación con la institución iglesia? ¿Qué concepción tenés de la fe, la espiritualidad, la religión?
-Nuestra Iglesia Católica sigue acompañando desde adentro en este tiempo: “Nunca dejamos de ser iglesia”. Le pido mucho a Dios que me renueve cada día en el don espiritual y que no me gane la religiosidad, que muchas veces podría cerrarme a la gracia divina… Y desde que tengo registro de estar viva se que “la Fe mueve montañas”. Pido que siempre se acreciente en mí este don tan preciado de la Fe… porque sin Fe no hay vida en Cristo Jesús.