Las sensaciones personales de los jóvenes campeones argentinos

Tiempo de nuevas joyas. Franco Radziunas repitió el título a los 21 años y Cocó Cianciarulo ganó por primera vez a los 20.

Dos de las nuevas joyas del surf argentino, Franco Radziunas y Cocó Cianciarulo son los campeones de la Liga Nacional de la Asociación de Surf Argentina (ASA) 2024. Ratificaron sus logros con sus respectivas actuaciones en el Quiksilver Open, presentado por Ford Argentina, última fecha del calendario, en la rompiente más exigente y desafiante de la Costa Atlántica. Y dejaron sus sensaciones, luego de coronarse en el mítico sector del sur marplatense, con olas de más de dos metros de altura.

“Estoy pasando un momento muy lindo en mi carrera, el mejor. Realmente es hermoso ser campeón argentino sabiendo que los mejores surfistas y referentes del país a lo largo de tantas generaciones tienen el mismo título que yo. Mi papá lo fue en su momento (1979) y ahora puedo decir que comparto ese privilegio con él”, resumió Franco, de 21 años, antes de viajar a Brasil, para competir en otro torneo que lo acerque a su nuevo objetivo, clasificarse a los Challenger Series. Hace menos de un mes, en Saquarema, Río de Janeiro, logró un histórico segundo puesto en el QS 5000 que lo dejó bien parado para su gran sueño a nivel internacional.

Radziunas había surgido a la escena nacional con aquel subcampeonato en la edición 2018 de La Paloma. “Desde siempre fui a estos torneos, desde que mi papá los competía. Me acuerdo de que los mis primeros en Open fueron en esos acantilados, con todo lo que eso genera. Por las olas pesadas y la presencia de los mejores del país. Pero siempre me gustó mucho, una motivación extra probarme en un evento tan importante y disfrutar de toda su mística, la gente en el acantilado, bajar por esas escaleras, subir por la soga… Todo es muy especial”, comentó.

Radziunas consiguió así su segundo título nacional en seis meses. Como la definición del 2023 se atrasó hasta diciembre, justamente porque no entraban las olas XL que necesita La Paloma para correrse, se juntaron ambos, algo muy loco para Franco, quien de junior sufrió por no poder ganar campeonatos y ahora disfruta dos casi seguidos.

“Mucho tuvo que ver lo que confié en mí, lo que seguí entrenando, dedicándome, cuando los triunfos no llegaban. Hubo momentos difíciles, algunos más que otros, pero creo que todo vale la pena cuando se ve que el esfuerzo se refleja en performance y resultados”, explicó quien admitió no pesarle que se diga que es el nuevo gran surfista argentino. “Al contrario, lo tomo como una motivación para seguir así”, precisó.

Por su parte Cianciarulo, de 20 años e hija del músico Sr Flavio, es la rider estrella de Roxy, lució muy emocionada luego de hacer el doblete: ganar por primera vez en La Paloma y, a la vez, capturar su primer título de campeona argentina en Open.

“Más que esperarlo, diría que lo deseaba muchísimo. Creo que me esforcé mucho para lograrlo. Ya había quedado subcampeona en varias ocasiones y esta vez se me dio. No fue fácil. Fueron muchos años en Junior, conquistando varias categorías y campeonatos. Pero ser Open es un cambio de paradigma. Es cuando te convertís de niña a mujer. Hay un cambio físico, hay un cambio mental, hay un cambio espiritual, en todos los sentidos. Claramente esto influye cuando pasás a competir con mayores. A veces para bien y otras veces dificulta el proceso en la competencia, hasta que te adaptás mental y físicamente. A mí me costó un poco, pero siento que ahora estoy acostumbrada”, analizó con sabiduría.

Hasta no hace mucho, Cocó dividía su tiempo entre dos hobbies como el skate y la música, como herencia de su padre. Ahora, le sumó el curso de guardavidas. “Eso me sacó un poco la chance de irme a competir afuera, como lo venía haciendo, pero ahora voy a retomar. Por lo pronto, ganar en el templo del surf marplatense como es La Paloma y ser campeona nacional representa una gran motivación”, concluyó.

Varios de los históricos continúan compitiendo, incluso con muy buenos resultados. Pero la nueva camada pide pista. Y brilla con luz propia en los desafíos más exigentes.