Salud

Las redes sociales, entre los riesgos y la realidad paralela

Especialistas recomiendan la moderación en su uso para que no se generen adicciones u otras patologías.

El uso de redes sociales es un hábito relativamente nuevo, del que muy pocos se reconocen ajenos, en todas las franjas etarias. Así, a través de Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y WhatsApp se relacionan con amigos, compañeros de trabajo y clientes, acortando las distancias personales y profesionales y convirtiéndose en una herramienta de interacción social.

Además, las redes sociales permiten ver cómo viven los otros, qué hacen en su tiempo libre y, en algunos casos, hasta qué piensan y qué sienten. Sin embargo, diversos estudios infieren que su uso asiduo contribuye al aumento de síntomas y problemas de salud mental.

Ante eso, los psiquiatras Martín Furman, Victoria Buteler, Mariano Furman y Nicolás Kiltroser -con Natalia Carolina Suarez como moderadora- animaron el panel “Redes sociales y redes neuronales. Las redes y la construcción de realidad” en el 36° Congreso Argentino de Psiquiatría y Salud Mental que se desarrolló en el NH Gran Hotel Provincial bajo el lema “Psiquiatría y salud mental en tiempos de tecnología e información“.

LA CAPITAL hizo la misma pregunta a todos los integrantes del panel: “¿El uso excesivo de redes sociales genera un universo paralelo en el usuario?”.

El psiquiatra Mariano Furman explicó que “las redes van tomando nuestra información de gustos, búsquedas y otros datos como la ubicación o fecha o con quién hablaste, para intentar facilitarte la información que creen las redes que van ir con vos y ayudar a resolver problemas cotidianos”.

Sin embargo, al mismo tiempo, “se forma una burbuja, un sesgo de información, dejando afuera otras cosas”. “¿Eso es un universo paralelo? Por ahí es mucho, pero sí es una burbuja donde a veces es difícil ver más allá de lo que se te muestra”, añadió.

Cuidados

De acuerdo a varios estudios científicos, el aumento del tiempo dedicado al uso de las redes sociales está relacionado “con la sensación de aislamiento del mundo real, lo que puede contribuir al desarrollo de trastornos mentales”.

Además, el tipo de contenido publicado y consumido por los usuarios es aún más impactante para la salud mental, ya que “se refuerzan el narcisismo, el nivel de vida, el consumo y el estado, por lo que contribuyen a una mayor prevalencia de diversos trastornos psiquiátricos, incluidos los síntomas depresivos, la ansiedad y la baja autoestima”.

La psiquiatra y sexóloga Victoria Buteker consideró que las redes sociales “nos permiten adaptar la realidad a lo que nos gusta, nos permite, manipular esa realidad a nuestro deseo”.

“Tenemos herramientas diferentes -añadió- que nos permiten jugar con otros recursos y otras realidades a la que conocemos como vida real, que tiene otras limitaciones como poder asumir roles de géneros y otras posiciones distintas o incluso ser anónimos. Pueden permitir una vida distinta”.

Por su parte, el psiquiatra y psicoanalista Nicolás Kiltroser analizó que “el sistema nervioso es un sistema que también crea la realidad, no solo la percibe sino que la arma, y todos tenemos nuestra propia realidad paralela”.

“La red -continuó- nos va alterando el modo en que percibimos la realidad. Y, por si fuera poco, es una cámara de resonancia porque a cada uno, la red le responde lo que cree que necesita e influye en nuestra red neuronal y en nuestro modo de ver la realidad”.

Falsedades

Además, en base a distintos estudios, los especialistas sostuvieron que el usuario “también se encuentra con las famosas fake news, que impactan en la salud mental, ya que se diseñan para provocar una fuerte respuesta emocional del lector, lo que aumenta la posibilidad de compartir información, causando sentimientos como ira, miedo, ansiedad y tristeza”.

El psiquiatra Martín Furman optó por considerar que “la utilización de internet puede ser favorable”. “La herramienta internet puede ser muy buena, hay que usarla con precaución, como toda máquina”, agrega.

“Puede tener, como los cerebros, sesgos cognitivos -describió-, o sea, formas distorsionadas de la realidad. Internet pude ser un facilitador o un buen ‘feedback’ y para contraponer eso, Google arma algoritmos que cuando más buscás sobre un tema, más te aparece sobre eso”.

Ese mismo mecanismo lo desarrolla “el cerebro humano”, razón por la cual el profesional recomendó “tener cuidado para no caer en extremismos”. “Todo en su justa medida y con conocimiento para confrontar con la propia característica del ser humano, que es la ignorancia”, apuntó.

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