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Las apps de citas comienzan a descubrir a los “tríos” de amigos

Tinder comenzó a experimentar hace pocos días la posibilidad de que se formaran grupos y que éstos se interrelacionaran.

Qué mal pensada es la gente. Si una app para móviles destinada a que dos personas se encuentren e intimen permite que en vez de dos, sean tres, cuatro o más, ya habla de orgías.

Lamentablemente, estos fueron los comentarios en medios de todo el mundo cuando la afamada herramienta Tinder comenzó a experimentar hace pocos días la posibilidad de que se formaran grupos y que éstos se interrelacionaran. Por su parte, otra aplicación a la que se acusa de elitista, The League, y que por el momento sólo está disponible en los Estados Unidos, permite lo mismo. ¿Las apps de citas se están volviendo más sociables o tienen razón los que olfatean algo más?

Recordemos cómo funciona Tinder. Para esto tenemos que registrarnos con nuestro perfil de Facebook como aval e inmediatamente nos empezarán a aparecer en la pantalla del smartphone imágenes de otras personas que pueden ser amigos virtuales de nuestros contactos. Si nos interesa alguna de ellas, movemos la foto (swipe, en inglés) hacia la derecha. En el momento en que aquella haga lo mismo con la nuestra, entonces podremos empezar a chatear con ella, Nadie puede asegurar que un chat puede terminar en sexo casual. Por otra parte, quién es uno para juzgar.

Claro, pero miremos un pequeño detalle. Si uno tiene pareja estable, y a través de un amigo registrado en Tinder se entera de que ella o él aparecen en la aplicación, menudo problema se armará. “Fulanito o Menganita están en Tinder, quieren guerra”, divulgará seguramente el conocido. Y adiós pareja. Una trampa para infieles.

Tinder Social, como se llama oficialmente el nuevo comando de la aplicación que por el momento sólo está disponible para algunos usuarios registrados en Australia y a modo de prueba, va más allá. Con nuestros conocidos podemos formar grupos o listas y buscar otros similares, tanto que se tengan intereses comunes o no.

Nuestras fotos aparecerán en el perfil común del grupo. Si hay por ambas partes coincidencia de establecer una relación, a partir de ese instante se podrá chatear y proponer un encuentro. Cada usuario tiene el derecho de desistir de formar parte de listas de amigos y esto se hace desde la configuración de la app.

En definitiva, dos o más que se encuentran con otros tantos. Ideal para una bacanal. No se informó de cuándo llegará a otros países, como la Argentina.

Un Tinder para elites

Si vamos a The League, una aplicación que tiene un año de vida y que por ahora sólo funciona en los Estados Unidos, en ciertas áreas urbanas como Nueva York, San Francisco y Los Ángeles, aunque está creciendo en cantidad de usuarios, ésta apunta a otro perfil de cliente y también permite la participación en eventos y grupos.

En este caso, el registro en la aplicación (disponible por el momento solamente para iPhone pero ya anuncian su llegada a equipos Android) es más selectivo. No sólo hay que registrarse por medio del perfil de Facebook sino también por LinkedIn, red social que informa más sobre nuestra formación académica y experiencia laboral. Y hay lista de espera para que nos aprueben. Según informan, son 100.000 las personas que aguardan para poder utilizar la app.

Aquí las propuestas que nos aparecen en pantalla se basan en las preferencias y se evitan los contactos laborales, amigos y familiares. Más discreto el encuentro.

Amanda Bradford, la norteamericana que fundó la empresa y es su CEO, confiesa que “sí, somos selectivos. El 13% de las mujeres anotadas en The League son CEO y más del 39% cobra salarios que superan los seis dígitos en dólares. Yo no soy elitista, soy una hembra alfa. Los hombres que queremos para The League son educados y ambiciosos, y que deseen una mujer partner y que no tengan problema en que ella haya logrado un éxito mayor que él en su trabajo”.

Por el momento, el modelo de negocios de The League es el de una aplicación gratis, aunque se piensa empezar a cobrar para agregar determinadas características, sin caer en el aceptar publicidad. ¿Para pertenecer, habrá que pagar? Los próximos meses lo dirán.

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