El material sobre el atentado contra la mutual israelita que acumuló la ex Side es de un tamaño "monumental", aseguran desde la fiscalía.
A días de cumplirse 26 años del atentado contra la AMIA, el nuevo fiscal de la unidad que investiga el caso, Gonzalo Miranda, espera las eventuales pruebas que pueda aportar la desclasificación de los archivos del episodio en poder de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), mientras continua investigando la pista iraní y consolida la acusación contra quien proveyó la camioneta detonada, Carlos Telleldín.
Según detallaron a Télam fuentes de la Unidad Fiscal, creada en 2004, el material sobre el atentado que acumuló la ex Side es de un tamaño “monumental” y, si bien el análisis de esa documentación todavía no arrojó ningún resultado que pueda ser usado como prueba, se debe terminar su procesamiento para dimensionar su aporte.
Los documentos de la AFI sobre el atentado fueron desclasificados por directiva del presidente Alberto Fernández el 5 de marzo pasado, mediante el decreto 213, que implicó la apertura “absoluta de la totalidad de la información y documentación” vinculada con la voladura de la mutual judía.
Gran parte de los esfuerzos de la unidad fiscal especial están volcados al procesamiento de estos archivos de inteligencia y en la lista de prioridades de los fiscales Sebastián Basso, Santiago Eyherabide, Roberto Salum, y ahora también Miranda, se encuentra “despejar” si en esos documentos hay pruebas o indicios de los responsables del atentado que este 18 cumplirá 26 años.
Miranda se incorporó a la unidad el 10 de junio pasado, ante la certeza del procurador interino Eduardo Casal de la necesidad de “incorporar (al equipo AMIA) a otro magistrado del Ministerio Público Fiscal de experiencia en el fuero federal tanto en la etapa de instrucción como en la de juicio”.
El penalista se desempeñaba como fiscal general ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Cruz y, tras dos años cursando un doctorado en España, cuya tesis trató sobre la prisión preventiva como pena anticipada, volvió al país para ser nombrado en la causa AMIA y también en los juicios de lesa humanidad que se tramitan en La Plata.
En una entrevista que concedió esta semana a la radio Futurock, Miranda señaló que “ahora contamos con nuevas herramientas tecnológicas que, con el entrecruzamiento de datos, nos pueden brindar nuevas pistas relacionadas con encontrar la manera de detener a los acusados, miembros del grupo terrorista Hezbollah”.
La unidad continúa con la hipótesis de que un grupo de iraníes realizó el atentado que costó la vida a 85 personas, mediante un teléfono geolocalizado en la triple frontera que coordinó la logística de la operación, una línea investigativa que fundó el Tribunal Oral Federal 3, cuando desarrolló el juicio AMIA entre 2001 y 2004.
“Todo nuestro trabajo está claramente basado en la actuación anterior del fiscal Alberto Nisman, sobre todo, en sus dictámenes de 2006 y 2009, que marcaron de alguna manera las bases sobre cómo se llevó adelante la investigación”, mencionó Miranda en la entrevista radial.
Estos dichos le valieron al nuevo fiscal las primeras críticas de los familiares, en un expediente sumamente sensible.
“Por favor que cuente (Miranda) qué método utilizó para leer y estudiar tamaña causa judicial en tan poco tiempo como para tener esta claridad en las conclusiones”, dijo Memoria Activa, una de las agrupaciones que reúne a los familiares de las víctimas del atentado.
En la unidad señalaron a modo de descargo que Miranda “no viene a establecer un relato” y que “está claro que no es quien tiene toda la información” pero que su aparición pública tuvo que ver con presentarse como investigador y resumir las líneas principales de trabajo.
En ese sentido, el fiscal estableció en la entrevista que “hoy estamos cerca de arribar a una condena en el juicio a Telleldín, la persona que entregó la Traffic con la que se llevó adelante el atentado: Ese es nuestro objetivo”.
El aniversario del atentado será recordado el viernes 17 por la Asociación Mutual Israelita Argentina, exactamente a la hora en que se produjo la explosión, a las 9.53, con un acto virtual que mantuvo la consigna “Que la Justicia no se lave las manos. Este año el acto es virtual, pero el reclamo es tan real como siempre”.