Fue en el marco del Día Mundial de los Derechos del Consumidor.
En el marco del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, que se celebra este martes, autoridades de la Unión del Comercio, la Industria y a Producción (UCIP) recibieron la Guía de Buenas Prácticas del Consumidor por parte del defensor del pueblo Fernando Rizzi, el director de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), Sebastián Ruiz Moyano, y el juez de faltas en consumo, Fernando Mumare.
“Trabajamos desde la faz preventiva con un código de conducta para anticiparse a las situaciones que se pudieran dar en las relaciones de consumo. Reivindicamos la fecha del Día del Consumidor y promovemos en todos los sectores una concientización plena y permanente de los derechos y deberes de ambas partes”, afirmó Rizzi.
Ruiz Moyano coincidió en que la clave está en la educación y la prevención, en la protección en los derechos del consumidor y, a su vez, en las buenas prácticas comerciales por parte del comercio y la empresa para fidelizar a sus clientes.
El presidente de la UCIP, Blas Taladrid manifestó que “en este encuentro se planteó que siempre se tenga resguardo al comercio y la empresa, buscando un equilibrio entre el derecho de ejercer el comercio y el derecho del consumidor que evite abusos de cualquiera de las partes, ya que algunas empresas se quejan de que las normas sobreprotegen a los consumidores que buscan resarcimientos exorbitantes y no la compra de un bien o la prestación de un buen servicio”.
“El comerciante, sobre todo el pequeño comercio, tiene en claro que un mal producto o servicio genera una opinión negativa sobre la empresa, y sin embargo se le aplican las mismas normas que a las grandes empresas que tiene armado todo un andamiaje jurídico para atender este tipo de reclamos”, advirtió.
La Dirección Nacional de Defensa del Consumidor y Arbitraje del Consumo elaboró la guía con la finalidad de prevenir conflictos y bajar los índices de conflictividad social, ayudando con la educación a prevenir posibles sanciones, intentando que el Estado se adelante a los hechos que puedan traer controversias.
Por otra parte, es una herramienta útil para la fidelización del cliente con las empresas. El cliente que silenciosamente siente que no ha sido tratado como corresponde se va a la competencia, por lo que después las empresas deben hacer un esfuerzo publicitario extra para recuperar esos clientes que se van insatisfechos.
Además, este instrumento promueve las buenas prácticas comerciales en cuestiones de género y diversidades.
El documento está basado en la convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, incorporada a la Constitución Nacional.