La Ciudad

La Sirena que pocos contemplan

Hoy nos trasladamos a la Plaza San Martín, la primera de la ciudad, aquella que con el nombre original de Plaza América fue proyectada en 1874 por el agrimensor Carlos de Chapeaurouge como la principal en el trazado del poblado, a pedido del fundador Patricio Peralta Ramos.

por Costanza Addiechi

En cada una de las manzanas de Plaza San Martín podemos encontrar obras escultóricas muy representativas para Mar del Plata y que poco a poco iremos conociendo, pero hay una pequeña y estilizada forma que actúa como eje ornamental de una fuente justo frente al Palacio Municipal.

Pasa inadvertida y cientos de personas caminan diariamente delante de ella sin notar la belleza de sus líneas ni la riqueza histórica que representa. Una “Sirena” de hierro de la fundidora de Arte de Val D’Osne de París, la misma que mencionáramos como creadora de la “Venus de Milo”. Desde este sitio se proveyó a las grandes capitales réplicas de esculturas para enaltecer los espacios públicos y así se transformó en la fundidora más apreciada del mundo.

El boceto de esta “Sirena” lo descubrimos en los catálogos de Val D’Osne de 1867. Llega a nuestro país en los inicios del 1900 para acompañar la ornamentación del paseo costero diseñado por Carlos Thays.

Inicialmente estuvo emplazada en la Explanada Sur, a la altura de Cabo Corrientes, junto a otras esculturas dentro de una fuente circular. De allí fue trasladada a otra fuente ubicada detrás de la antigua Rambla francesa en espejo con otra sirena de las mismas características. Cuando comienza la construcción de la Rambla del Arquitecto Bustillo esta fuente desaparece y la “Sirena” queda olvidada en un corralón municipal.

Hace pocos años fue rescatada, valorada y vuelta a emplazar. Las personas que lo hicieron desconocían esta historia y sin embargo pensaron en ubicarla dentro de esta pequeña fuente de Plaza San Martín. Su destino sigue imponiéndose desde hace casi 150 años para el fin que fue creada. Si pasa por allí, le propongo que se detenga a apreciarla.

La Sirena se hallaba en avanzado estado de oxidación, de modo que se realizó un minucioso trabajo para recuperar el material. El antes y el después contrastan con claridad.

En la próxima publicación visitaremos a “Diana la Cazadora” en Plaza Mitre.

(*): Directora coordinadora de Restauración de Monumentos Históricos Municipalidad de General Pueyrredon.

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