La iniciativa busca principalmente el respeto a la identidad y la humanización en la atención de los niños y niñas en los centros de salud.
LA PLATA (Corresponsal)- A más de dos años de sancionada la Ley que establece que las camas de los hospitales pediátricos de la Provincia deberán estar identificadas con el nombre de los niños y niñas que se encuentran internados y no con un número, el gobierno bonaerense todavía no reglamentó la norma.
De esta manera, la aplicación de la legislación creada por los referentes de la Biblioteca Popular platense “Del otro lado del árbol” queda librada a la buena voluntad de las autoridades o los trabajadores sanitarios de turno.
La Ley -que ingresó con las firmas de los ex senadores del Frente para la Victoria Cristina Fioramonti y Luciano Martini y se aprobó en agosto de 2016- estipula que “los efectores públicos y privados de salud situados en la provincia de Buenos Aires” están obligados a “identificar las plazas hospitalarias en las que permanezcan internados pacientes pediátricos, por el nombre y apellido de los niños que ocupen las mismas, durante su permanencia en tales establecimientos”.
La norma ya se aplica gradualmente en el Hospital de Niños ‘Sor María Ludovica’ de La Plata; así y todo es necesaria la reglamentación por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal para que, además de asignar un presupuesto para su ejecución, rija efectivamente en todos los centros de salud bonaerenses.
“Queremos que se reglamente, más allá de que sabemos que en algún otro lugar también se está llevando a cabo, pero siempre por voluntad del hospital mismo”, contó Graciela Cabana, miembro de “Nomeolvides”, un grupo de voluntarias que trabaja con el servicio social del Niños de La Plata.
“El año pasado, con la ayuda de los directivos y de la cooperadora del Hospital, pudimos gestionar la elaboración de los carteles para poner en las camas con el nombre de cada nene. Ahora estamos en la etapa de implementación”, contó Cabana a LA CAPITAL. Y agregó que “en las incubadoras ya lo estamos haciendo, a través de otro sistema, con un porta-credencial y una identificación más chiquita”.
Por la humanización en la atención
La iniciativa busca principalmente el respeto a la identidad y la humanización en la atención de los niños y niñas en los centros de salud.
Para el proyecto, la directora de “Del otro lado del árbol”, Paula Kriscautzky, se inspiró en su propia historia: en 2011 su hija Pilar, de 5 años, murió a causa de un tumor.
“Escuché ‘a la 16 entra un tumor’”, explicó Kriscautzky en los fundamentos de la Ley, y remarcó: “pensé… qué lejos estamos de comprender el universo humano. A la 16, número de cama, entró Pilar, mi pequeña hija, que pasaba por una traumática situación de enfermedad, y que sin dudas esa circunstancia no la definía, ni hablaba de ella. A la cama número 16, entró Pilar, una niña de 5 años, de rulos desparejos que transitaba su jardín de infantes, que tenía una familia que la amaba, que le gustaba pintar y escribir su nombre en cada oportunidad que tenía, a la 16, número de cama, entro Pili, Pilita, Pilucha, Pi, una pequeñita que esperaba curarse para crecer feliz”.
“¿Por qué es importante que el número de cama sea sólo un número de mobiliario y no la identificación del niño que allí transita su enfermedad? Porque a quien le toca transitar una circunstancia de enfermedad tiene como derecho primero ser llamado por su nombre propio y ser respetado de manera íntegra. Nadie por estar enfermo se convierte en la patología que lo afecta, nadie se transforma en un número frío y despojado de humanidad”, sostuvo la directora de la Biblioteca que hoy –a más de 7 años de su inauguración- es un centro de referencia educativo, recreativo y cultural para la infancia en La Plata.