El ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, desconoció por primera vez en la historia, una gestión precedente. Según la documentación, son demasiadas las irregularidades puestas en evidencias en apenas 90 días de gestión
LA PLATA (Corresponsalía)
“El Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, como representante del Gobierno de la Provincia, tenedor mayoritario de las acciones de la empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), informa que ha desaprobado mediante un acta formal, el ejercicio correspondiente al año 2019, en el cual la compañía se encontraba presidida por el Sr. Raffaelle Sardella, durante la gestión de la ex gobernadora María Eugenia Vidal”.
Así comienza el primer párrafo del documento con el que el ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Agustín Simone, desconoce la actuación de sus antecesores en la gestión de la administración de la ex gobernadora María Eugenia Vidal.
En una acción sin precedentes en la historia de la provincia, el Ministro de Infraestructura, arribó a esta determinación una vez culminada la primera etapa de la auditoría que fue realizada durante los primeros 90 días de la nueva gestión en la compañía, y determinó un sinnúmero de situaciones controversiales e irregularidades, como así también una deuda con proveedores y contratistas superior a los mil millones de pesos.
“En este contexto, no sólo no podemos aprobar un ejercicio en este estado, sino que, además, lo analizaremos en profundidad porque no descartamos presentarnos como querellantes en la Justicia”, afirmó Simone.
El ministro aseguró que “los municipios del interior tienen colapsadas las redes de agua y de cloacas, y las plantas depuradoras no tienen capacidad de tratamiento. Todos los intendentes coinciden en que en los últimos cuatro años se deterioró mucho el servicio de ABSA. Y encima, dejaron una deuda millonaria”. Además, el funcionario destacó que al asumir su cargo ya había advertido la crisis de la empresa: “ABSA se encuentra en una situación muy difícil, con falta de presupuesto y con una priorización de los gastos muy cuestionable”.
En el informe se detalla que “resulta inexplicable que el Sr. Sardella ejerciera la titularidad de ABSA y haya mantenido su puesto jerárquico en el Grupo SOCMA (vinculado al ex Presidente Macri). Se observa una incompatibilidad manifiesta en el desempeño de ambas tareas en simultáneo, al existir un evidente conflicto de intereses”.
En relación a los pasivos de la empresa, el informe indica que “la deuda detectada se establece en más de mil millones de pesos con proveedores y contratistas. No se puede registrar aún una cifra definitiva debido a certificados que todavía terceros pueden presentar”.
En relación a la incompatibilidad de los números, el texto indica que “la gestión anterior concentró recursos económicos, especialmente, en tres obras: la Construcción de la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales Primera Cuenca-Bahía Blanca; la Construcción de la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales de General Rodríguez; y la Rehabilitación de la Planta Potabilizadora Donato Gerardi de Punta Lara. Para ello, la empresa invirtió $3.656 millones + IVA”
Por último, se enumeran exorbitantes gastos sin justificación: un alquiler por 40 millones de pesos anuales del edificio central de la empresa; la inversión que aún no se pudo precisar en cifras del equipamiento de ese edificio; el alquiler de una oficina en Esmeralda y Paraguay (CABA) por $556.380, de uso exclusivo del ex presidente (más la compra de un mobiliario en el que aún no se pudo precisar la cifra); la adquisición en moneda extranjera de muebles (marca Herman Miller) para el sector de Presidencia por 12.555 dólares; también en moneda extranjera fue la adquisición de un sistema informático con obligaciones futuras de cargos en dólares por mantenimiento y licencias (aún no se puedo establecer el monto total de la operación); y la compra de los siguientes vehículos para uso de Presidencia: una Camioneta TOYOTA SW4 4×4 SRX 2.8 TDI 6A/T Modelo 2016, a Kansai Concesionario Toyota, en $3.251.200.-; una Camioneta AMAROK 2.0 TDI 180 CV 4×4 HIGHLINE Modelo 2016, a la concesionaria Dietrich, en $1.864.004.-; y tres Camionetas Chery Tiggo 2.0 CONFORT, compradas a CHERY SOCMA, en $550.000 cada una, total $1.650.000.-