Lejos del balance "positivo" esgrimido por los gremios al salir de la audiencia con la empresa, quienes se desempeñaban en la distribuidora aseguran que el acuerdo que busca cerrar la firma no los beneficia. Empleados de Comercio, ahora, también mira con cautela.
La apertura por diez días hábiles de retiros voluntarios con indemnizaciones “en cuotas”. La posibilidad de que un grupo de trabajadores continúe trabajando en otro espacio, aunque con incertidumbre respecto al cobro de sueldos o posibles suspensiones. Y la poca voluntad que habría de abonar la totalidad de los salarios de diciembre.
Éstas y otras definiciones resultaron de la reunión que mantuvo ayer la cúpula del Sindicato de Empleados de Comercio junto a los más de 50 trabajadores de la distribuidora Torres y Liva que se encuentran afiliados al gremio. El encuentro tuvo lugar luego de la primera audiencia entre las tres fuerzas sindicales involucradas y los representantes jurídicos de la tradicional empresa, y tuvo un tenor diametralmente distinto al utilizado en la sede del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Lejos del balance “positivo” esgrimido por los representantes del gremio a la salida de las oficinas de Luro y España, los trabajadores de la empresa que el pasado 15 de diciembre quedó reducida a cenizas a raíz de un voraz incendio -que afectó también a 47 viviendas de los alrededores- manifestaron su preocupación acerca del acuerdo que busca cerrar la empresa y que los afectaría de manera de directa.
Según pudo saber LA CAPITAL por medio de personas que estuvieron presentes en el lugar, la reunión con los dirigentes gremiales duró más de cuatro horas y tuvo momentos de extrema tensión. Es que, al parecer, el proceso preventivo de crisis presentado por la empresa en los últimos días no expresa la voluntad de mantener todos los puestos de trabajo como se había anticipado en las primeras negociaciones.
Si bien la firma mantiene la propuesta de una eventual reapertura en un nuevo predio, en esta etapa buscarían hacerlo con aquellos trabajadores que cuenten con más de diez años en la empresa. Es por ello que los representantes jurídicos de Torres y Liva plantearon abrir los retiros voluntarios y abonarlos en hasta seis cuotas, analizando “cada caso en particular”. Para quienes continúen vinculados, hasta el momento no pudo garantizarse el sueldo, sumando así incertidumbre al grupo de hombres y mujeres que desde el 15 de diciembre ve amenazado sus puestos de trabajo.
Consultado por este medio, el titular del Sindicato de Empleados de Comercio, Darío Zunda, aclaró que la audiencia de este martes estaba destinada a buscar la cancelación del aguinaldo y el pago de los 15 días de diciembre trabajados. “Cuando nos reunimos con los trabajadores nos enteramos que ellos no estaban al tanto de los detalles del preventivo de crisis. La empresa nunca les comunicó nada”, indicó el dirigente quien, lejos del optimismo de los últimos días, mostró una postura de mayor cautela.
Es que a diferencia de los otros gremios involucrados (camioneros y viajantes), los empleados de comercio serían los más perjudicados, por no contar con un espacio físico donde continuar el trabajo.
Zunda reconoció el descontento entre muchos trabajadores, quienes se encontraban esperanzados con ser parte de una presunta continuidad en las relaciones laborales. De todas maneras, aseguró que el Sindicato no acompañará despidos. “Nosotros no vamos a acompañar un preventivo de crisis con despidos, pero sí un listado de retiros voluntarios”, señaló el dirigente.
Además, aseguró que la audiencia del próximo lunes solo se llevará a cabo si hay voluntad de pagar el mes total de diciembre. “Los trabajadores no tienen la culpa del incendio. Nos vamos a sentar a negociar solo si está garantizado el pago total de diciembre”, indicó.