Fue fundada el 7 de abril de 1966. Para celebrar el nuevo aniversario, hasta el martes no se cobrará. "Todos invitados están y no hay límite de edad para subir", dijo el dueño.
Caballitos que suben y bajan, volantes de autos que giran sin cesar al son de una pegadiza melodía forman parte del carrusel de la plaza Rocha que cumple 58 años y lo festeja invitando a todos a darse “las vueltas que quieran” sin cargo. La promoción se extenderá hasta el próximo martes 9.
La semana de festejos comenzó el pasado miércoles, cuando su actual propietario, Osvaldo Alberto Guerzoni, decidió celebrar “el cumpleaños con toda la comunidad”. “Acá vienen chicos y personas de todas las edades. Todos invitados están y no hay límite de edad para subir, hasta los 101 años se puede”, bromeó ante LA CAPITAL.
La convocatoria quedó impresa en un cartel que desplegaron en el enrejado que protege a la emblemática calesita del resto de la plaza, ubicada en la manzana comprendida por la avenida Luro, 20 de Septiembre, 25 de Mayo y 14 de Julio.
Allí, el 7 de abril de 1966 Alberto Montovano y su familia inauguraron la histórica calesita, la primera de la ciudad, que presentaba una novedad: los caballitos subían y bajaban mientras la plataforma giraba y las demás las figuras no se movían. “Por eso es un carrusel, porque se mueven las figuras, sino es una calesita”, detalló Guerzoni.
Todas las figuras que forman parte del conglomerado de diversión son las “originales y de madera, totalmente restauradas”.
El hombre, que se define como “una calesitero de los de antes, desde hace 45 años”, llegó desde Berisso a principios del 2001. “Toda mi vida estuve relacionado con los parques de diversión y las calesitas. En aquel entonces me hice cargo del parque instalado en el complejo de Chapadmalal”, contó.
Tiempo después, cuando fallecieron Alberto Montovano y su señora, él se enteró de que el hijo de los fundadores no quería seguir, así que compró la concesión. Y se hizo cargo del espacio lúdico justo antes de la aparición del coronavirus. “Me agarró la pandemia y tuvimos que cerrar, así que la desarmé toda y restauré todas las figuras, que estaban muy venidas abajo. La volví a armar, volvió a girar y aquí estamos”, recordó.
Mañana, el carrusel cumple 58 años. Su dueño decidió celebrarlo con toda la comunidad. “Se me ocurrió hacer la semana gratis de la calesita porque acá estamos todo el año, todos los días, ya es patrimonio cultural de la ciudad”, señaló.
La magia del carrusel no se acaba y permite la actividad lúdica desde la más tierna infancia “hasta los 101 años”, reiteró Guerzoni e invitó a todos a acercarse desde el mediodía hasta el final de la tarde.
“Los chicos siempre quieren dar una vuelta, muchos vienen con las abuelas, y hasta tenemos lugar para discapacitados. Es una calesita inclusiva“, agregó.
El mantenimiento del juego artesanal es “casi diario, lleva tiempo”. “Ahora tengo un chico que me ayuda, aunque las soldaduras las sigo haciendo yo. Hay que embellecerla siempre”, dijo.
También en el predio funcionan camas elásticas y, después de la semana promocional, los boletos para la vuelta mágica costarán $500 como antes del cumpleaños. “Los espero a todos”, reiteró la invitación el calesitero que, hasta el próximo miércoles, permitirá que todos “den las vueltas que quieran” sin pagar y sin necesidad de sacar la sortija.