Hubo dos detonaciones, lo que provocó un simo de 5,8 grados en la escala de Richter. El régimen de Pyongyang detonó una bomba de hidrógeno.
VIENA, Austria.- La Organización del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO, en sus siglas en inglés) confirmó hoy que detectó un “inusual evento sísmico” en Corea del Norte, con una magnitud “más fuerte que en las anteriores pruebas nucleares declaradas” del país asiático.
Más de un centenar de estaciones de medición de este organismo autónomo de la ONU están aportando datos para analizar la detonación, precisó la CTBTO en un comunicado emitido en Viena.
El primer análisis de los datos recibidos por su centro de datos indican que hubo dos detonaciones, una más fuerte a las 3.30 GMT (0.30 hoara argentina) y una menos fuerte 8,5 minutos más tarde, explicó la CTBTO.
“El evento parece haber sido más grande que el registrado en septiembre del año pasado y la ubicación fue muy similar a la de ese evento”, precisó la organización de la ONU y precisó que la magnitud del sismo fue de 5,8 puntos en la escala de Richter, medio punto menos que lo establecidos por otras fuentes.
En medio de la más reciente tensión, Corea del Norte aseguró que detonó con “total éxito” una bomba de hidrógeno que puede ser colocada en la cabeza de un misil intercontinental.
En una rueda de prensa convocada tras una reunión de emergencia con los países adheridos al tratado de la CTBTO, el secretario general de la organización, Lassina Zerbo, recordó que Corea del Norte está acelerando y perfeccionado sus ensayos atómicos.
Señaló que el régimen de Pyongyang pasó de realizar una prueba nuclear cada tres años a ensayos anuales, y encima con información precisa sobre su extensión en cuestión de pocas horas.
“Eso es un indicio de la seriedad de su programa nuclear”, manifestó Zerbo ante la prensa en la sede vienesa de la ONU.
Por otra parte, destacó que los expertos del CTBTO siguen analizando los datos sobre el segundo temblor registrado hoy, sin poder determinar por el momento si se ha producido en su marco una fuga de material radiactivo.
“Esperamos que nuestras estaciones puedan detectar algo en los próximos días. En el pasado detectamos radionucleidos (partículas radiactivas) en eventos mucho menos fuertes”, aseguró Zerbo.
En todo caso, el responsable del CTBTO recordó que la misión de su organización se limita a proveer información y datos fiables a todos los países adheridos, sin interpretaciones sobre su origen.
En cuanto a los siguientes pasos en esta crisis, Zerbo recordó que las sanciones internacionales “no están deteniendo” las actividades nucleares de Corea del Norte.
“¿A dónde vamos ahora en adelante? Esa es la pregunta del millón. Muchos países piden un camino diplomático y político”, aseguró.
La CTBTO, a la que Corea del Norte no está adherida, dispone de una red de unas 300 sofisticadas estaciones de medición repartidas por todo el planeta, con el que detecta en tiempo real cualquier detonación o explosión inusual.
En el pasado, estos sensores determinaron en cuestión de minutos que Corea del Norte había detonado una bomba atómica.
Estos datos, no solo sísmicos sino también de contaminación atómica, son recogidos en un gran centro de datos en la sede del CTBTO en Viena y enviados a sus países adheridos.
Según Zerbo, el evento de hoy “subraya una vez más la necesidad urgente para la comunidad internacional para poner en marcha una prohibición legalmente vinculante de cualquier ensayo nuclear”.
“Espero con sinceridad de que esto sirva como llamada final a la comunidad internacional para prohibir cualquier ensayo nuclear con una entrada en vigor del acuerdo de la CTBTO”, concluyó.
El acuerdo de la CTBTO aún no se encuentra formalmente en vigor ante la falta de ratificación de ocho países con importantes programas nucleares, como Estados Unidos, China, Irán e Israel.
No obstante, las instalaciones de la CTBTO ya funcionan desde hace años y aportan importantes datos sobre cualquier ensayo nuclear y también sobre otros incidentes sísmicos o catástrofes naturales, como terremotos o tsunamis.
El aparente sexto ensayo atómico norcoreano desde 2006 se produjo poco después de que Pyongyang anunciara que ha desarrollado una bomba de hidrógeno que puede ser instalada en un misil balístico intercontinental.