El juez federal Ernesto Kreplak pidió a las fuerzas de seguridad que informen si efectivamente el detenido represor fue llevado a la clínica Colón y, en ese caso, quién autorizó esa salida.
El juez federal Ernesto Kreplak pidió a las fuerzas de seguridad que informen si efectivamente el detenido represor Miguel Etchecolatz, bajo prisión domiciliaria, fue trasladado a la clínica Colón en Mar del Plata y, en ese caso, quién autorizó esa salida y con qué fuerza de seguridad se concretó, informaron fuentes judiciales.
Es que Etchecolatz, de 88 años, sobre quien pesan seis condenas por delitos de lesa humanidad y que desde el 29 de diciembre pasado se encuentra en su domicilio en el Bosque Peralta Ramos, fue visto salir de su casa el fin de semana último en sillas de ruedas y sin esposas para ser trasladado hasta una clínica debido a complicaciones en su salud, según trascendió.
Frente a ello, y ante un pedido de Guadalupe Godoy, abogada que representó a sobrevivientes y familiares de víctimas en los juicios en los que Etchecolatz fue condenado, y la Liga Argentina por los Derechos Humanos, Kreplak requirió “al Servicio Penitenciario Federal, Gendarmería Nacional, y Policía Federal Argentina que informe a la brevedad qué fuerza de seguridad estuvo a cargo del traslado de Etchecolatz, y en su caso, qué órgano jurisdiccional autorizó tal salida o si se trató de una cuestión de urgencia”.
Por otra parte, el magistrado le solicitó a las fuerzas de seguridad que informen “indefectiblemente al tribunal todos los traslados que se realicen (del detenido), aunque eventualmente hayan sido autorizados por otro órgano jurisdiccional”.
El condenado represor de la última dictadura cívico militar Miguel Etchecolatz salió de la vivienda donde cumple arresto domicliario en el bosque Peralta Ramos para ser atendido en una clínica privada, en un hecho que fue notificado por su esposa con posterioridad al Tribunal Oral Federal 6, que le otorgó ese beneficio, encuadrado dentro de las urgencias previstas, según se indicó.
Según explicaron fuentes judiciales, la salida se debió a una urgencia médica y Etchecolatz estuvo acompañado por custodios de Prefectura Naval el sábado por la noche, luego que su esposa y garante del arresto intentara sin éxito comunicarse con los distintos juzgados que lo mantienen detenido, algo que sí hizo este miércoles para dar las explicaciones del caso, encuadrado en uno de los parámetros de urgencia médica.
Antes de partir hacia la clínica, hubo dos intentos de asistencia domiciliaria sin éxito vinculado al cáncer de próstata que tiene el represor, según precisaron las fuentes.
La esposa dio aviso al sistema de monitoreo de la tobillera electrónica colocada al ex titular de Investigaciones de la Policía Bonaerense en la última dictadura, de 88 años.
El beneficio del arresto domicliario le fue concedido a Etchecolatz el 27 de diciembre pasado por los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero, del Tribunal Oral en lo Criminal 6.
Etchecolatz tiene cinco condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.