La medida fue dispuesta tras una denuncia del Instituto Juan Gutemberg. Desde hace más de un año los animales atacaban al personal del colegio, padres, vecinos y transeúntes. Ante una exigencia judicial, Zoonosis se llevó a algunos para castrarlos y ofrecerlos en adopción.
A partir de una denuncia presentada por las autoridades del Instituto Juan Gutemberg, la Justicia exigió que el municipio “recolecte” todos los perros “abandonados y/o potencialmente peligrosos” que se encuentren en las inmediaciones de ese establecimiento.
La orden dispuesta por el juez en lo Contencioso y Administrativo Marcelo Fernández, comenzó a ser cumplida esta semana cuando personal de la Dirección de Zoonosis y de la Policía de la Provincia acudió al lugar y retiró al menos a seis animales que conformaban una jauría que en el último año protagonizó ataques contra el personal del colegio, padres, vecinos y transeúntes.
Fuentes del establecimiento le indicaron a LA CAPITAL que la presencia de los perros había sido denunciada en reiteradas ocasiones ante el Dirección de Zoonosis, cuyo personal acudía al lugar de manera ocasional, aunque sin ofrecer una solución definitiva.
“Después de hacer muchas denuncias y de enviar cartas a las autoridades decidimos que lo mejor era acudir a la Justicia”, indicaron.
Finalmente la respuesta llegó esta semana, cuando el juez Fernández le ordenó a la Dirección de Zoonosis intervenir de inmediato, retirando a todos los perros abandonados y/o peligrosos existentes “a 200 metros de distancia” de la manzana comprendida por las calles Larrea, Bernardo de Irigoyen, Azcuénaga y Alem.
Los animales, en su mayoría de gran porte, deambulaban por esa zona desde hacía varios meses generando temor entre los vecinos y la comunidad educativa.
Durante el último año atacaron a docentes y a personal de mantenimiento del colegio, así como a padres y a personas que pasaban caminando por el lugar.
“Por suerte nunca agredieron a ningún chico, pero siempre teníamos el temor de que algo así pudiera suceder; sobre todo después del hecho que ocurrió en el complejo universitario”, señalaron en la escuela, recordando el caso de una nena de 8 años que, en el mes de mayo, terminó en terapia intensiva luego de ser atacada por una jauría.
En las inmediaciones del Gutemberg uno de los casos más graves tuvo como víctima a una mujer que meses atrás acudió al colegio para matricular a su hijo y sufrió graves mordeduras, por lo que debió ser sometida a una cirugía.
Las autoridades del establecimiento le indicaron a LA CAPITAL que los perros pertenecían a los habitantes de un asentamiento cercano, quienes esta semana aceptaron que sus mascotas fueran retiradas por Zoonosis para que fueran castradas y ofrecidas en adopción.
“La gente ayudó a identificar a los animales más peligrosos y esperamos que por el bien de todos esta situación no vuelva a salirse de control”, indicaron.
“Entre los perros que se llevaron había uno muy inocente al que vamos a adoptar en el colegio”, contaron además las autoridades del establecimiento.