La Cámara Civil habilitó al comprador de un departamento construido desde el pozo a escriturar su unidad, pese a que la constructora demoraba la finalizar de la documentación para concretar los derechos de los propietarios.
El fallo abre la posibilidad para que los compradores “desde pozo” puedan escriturar sus unidades aun cuando la constructora hubiera desaparecido sin terminar la obra o subdividir en unidades el edificio o dictar el Reglamento de Copropiedad.
El fallo, dictado por la Sala B de la Cámara, habilita al comprador en pozo a hacer todo lo que fuere necesario para tener en regla los papeles de la propiedad que adquirió.
Ello apunta a destrabar la situación de tenedores precarios de las propiedades, se desprende de la resolución.
En el caso concreto, el comprador, representado en el “juicio de escrituración” por el abogado Daniel Judkevitch, había obtenido la “posesión del inmueble”, pero no podía avanzar en la escrituración porque el edificio no estaba subdividido.
Ante esa situación, la Cámara habilitó la realización de “todo lo necesario” para concretar la escrituración, lo que potencialmente incluye concluir las obras por cuenta propia y con cargo ante la eventual defección de la constructora.