La fiscal Laura Mazzaferri, a cargo del caso, busca determinar si el hombre 23 años propagó el virus. Para eso aguarda el segundo testeo del contagiado y el de su novia. También se intenta reconstruir la cadena de contactos. La investigación se encuentra en la recolección de pruebas y por ahora el joven no fue imputado.
La Justicia Federal espera el resultado de los hisopados para avanzar en la imputación del joven cordobés de 23 años que violó la cuarentena y entró a Mar del Plata con documentación falsa.
La fiscal del caso Laura Mazzaferri se encuentra en la etapa de recolección de prueba para definir la situación procesal del cordobés de 23 años que manejó más de 1000 kilómetros para ver a su novia. Los delitos que investiga son los de tenencia de Documento Nacional de Identidad ajeno, falsedad ideológica, violación del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y propagación de una enfermedad contagiosa ya sea de forma dolosa o culposa.
La fiscalía fue notificada del hecho ayer a las 20. Desde ese momento se le dio prioridad a contener un posible foco de contagio y la causa se concentró en lo epidemiológico. Por eso se tomaron medidas urgentes para determinar la ubicación del joven y evitar una fuga. El temor surgió porque el cordobés cuando ingresó a la ciudad dijo que iba a estar en una casa ubicada en Avellaneda al 800, pero luego se comprobó que había alquilado por Airnb un departamento en Gascón al 1800. Esa dato también debe comprobarse: es que la aplicación no funciona desde marzo por el coronavirus y devolvió las reservas que se realizaron desde que entró en vigencia el aislamiento.
Una vez que el joven fue encontrado, la fiscal notificó al juez federal Santiago Inchausti, quien dispuso su custodia para que se garantizara su traslado al hotel Facón, donde deberá realizar el aislamiento. Por ahora allí está bajo el cuidado de las autoridades sanitarias, quienes en una primera instancia se ocupan de reconstruir sus contactos.
Los delitos que investiga la justicia son los de tenencia de Documento Nacional de Identidad ajeno, falsedad ideológica, violación del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y propagación de una enfermedad contagiosa ya sea de forma dolosa o culposa.
En cuanto a la situación procesal actual , el joven aún no está imputado ya que la fiscal se encuentra en la etapa de recolección de prueba para definir los posibles delitos. Para eso aún se deben esperar dos diligencias clave: el resultado del segundo hisopado que se le realizó al contagiado y el de su novia. Además se busca reconstruir la cadena de contactos para determinar si hubo propagación de la enfermedad. En una entrevista exclusiva con LA CAPITAL, el joven contó que solo fue a hacer compras y a caminar por la playa con su novia y remarcó que no vio a los padres de la chica ni a ninguna otra persona. Además aseguró que tomó todos los recaudos sanitarios cuando el dueño del departamento le dio la llave. De ser así su situación penal se vería aliviada.
El joven había entrado a la ciudad el sábado proveniente de Córdoba con toda la documentación falsa. Tenía en su poder el DNI, licencia de conducir y un permiso de fuerza mayor para circular correspondiente a un amigo. Los responsables del retén no notaron la documentación falsa y lo acompañaron a hacerse el hisopado. Una vez finalizado el trámite el joven dejó sus datos y se retiró.
El engaño se descubrió cuándo las autoridades sanitarias detectaron el caso positivo y fueron a buscar al hombre que, en teoría, se llamaba Franco Tona. Pero al comunicarse con él descubrieron que no se trataba del hombre que había entrado a la ciudad por la Ruta 226. Tona admitió haberle prestado la documentación a su amigo para ingresar a la ciudad.