por Pablo Cabrera
A nivel mundial, las empresas se preparan para un año de grandes incertidumbres causadas por la creciente preocupación sobre los desarrollos políticos, legales y regulatorios alrededor del globo.
Según el Allianz Risk Barometer -una encuesta que la empresa realiza a más de 1.200 expertos en riesgos en 51 países del mundo- la interrupción del negocio resulta la principal preocupación de los empresarios de cara a 2017. Esto se debe a que se vuelven impredecibles las pérdidas económicas que podrían generarse a raíz de cambios políticos, nuevas regulaciones, fugas de información y catástrofes naturales, entre otras variables.
Si bien las pérdidas ocasionadas por el cambio climático e incendios son las más temidas, la naturaleza del riesgo está virando hacia eventos que no generan daños materiales pero que sí ocasionan grandes pérdidas, como pueden ser los incidentes cibernéticos o el impacto del terrorismo.
En el podio del top 10 de los riesgos para este año se acomodan, en primer lugar, la interrupción del negocio, seguida en segundo puesto por el desarrollo de los mercados (aumento de volatilidad, competencia y nuevas tecnologías), y, en tercer lugar, por los incidentes cibernéticos (fugas de información, fallas en sistemas).
A estos eventos los suceden, en orden: catástrofes naturales (inundaciones, terremotos, tsunamis), cambios en legislaciones y regulaciones (cambios de gobierno, tendencias proteccionistas, etc.), desarrollos macroeconómicos como inflación o restricciones a las importaciones; incendios y explosiones; riesgos vinculados a la política y a la violencia política (guerras, atentados); pérdida de reputación y de valor de marca y, por último, la digitalización que transforma los activos físicos en intangibles generando nuevos beneficios pero también nuevos riesgos para la vida de las empresas.
Es por esto que los ejecutivos deberán ser inteligentes e invertir más recursos en monitorear la generación e implementación de políticas públicas alrededor del mundo, con el objetivo de anticiparse y adaptarse a cualquier cambio repentino que pudiera afectar su modelo de negocio y mercado; en línea con los temores sobre un creciente proteccionismo y una tendencia anti-globalización, que podrían significar un nuevo tipo de amenaza de interrupción del negocio.
Haciendo un zoom en la región, las preocupaciones corporativas coinciden. Los empresarios americanos temen por la interrupción del negocio, los incidentes cibernéticos y el impacto de las catástrofes naturales.
A su vez, para los hombres de negocios de la región, el desarrollo de las variables macroeconómicas y el creciente impacto de la conectividad escalan posiciones en la lista de las principales amenazas. Y, a diferencia de otros lugares del mundo, se incorporan al listado los riesgos asociados a situaciones de corrupción, fraude y robo.
En nuestro país las preocupaciones son similares y los eventos demuestran que la pérdida de beneficios a causa de incendios o catástrofes naturales muestra una tendencia creciente. Las empresas toman seguros que incluyen la pérdida de beneficios de manera más habitual que en el pasado.
El desafío que tenemos por delante es el de desarrollar herramientas para la prevención de dichas pérdidas y la mitigación de las mismas trabajando en la resiliencia de las organizaciones.
(*): Gerente de Análisis de Riesgo en Allianz Argentina.