La reconocida ginecóloga hispano paraguaya, Argentina Menéndez, estuvo en la ciudad con motivo del 112º aniversario de LA CAPITAL. Aprovechó la ocasión para dialogar sobre los avances y las deudas pendientes que existen en materia de salud en la región.
La doctora Argentina Menéndez en diálogo con este medio, analizó los avances en materia de salud en Argentina y Paraguay y destacó la necesidad de hacer hincapié en el acceso a la información en aras de acortar la brecha existente en la cobertura sanitaria.
Menéndez decidió visitar por primera vez Mar del Plata con motivo del 112º aniversario de LA CAPITAL y formar parte de las celebraciones.
Oriunda de Asturias, España, Menéndez llegó a Paraguay hace 37 años. Acompañada de su esposo, decidió hacerse espacio entre los profesionales del lugar para seguir ejerciendo su vocación y pasión: la ginecología. “Siempre me gustó esa especialidad porque está muy enfocada en la mujer”, aseguró.
Si bien sostuvo que “al principio fue difícil”, con el tiempo, y a costa de esfuerzo, se fue “incorporando al mundo médico paraguayo” hasta sentirse “parte de él de forma plena”.
Avances e información
Consultada sobre los avances existentes en la región, especialmente en materia de salud sexual y reproductiva, sobre el que Argentina presenta un programa nacional que busca, entre otras cosas, “alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable”, Menéndez señaló que los mismos se replican de manera similar en el resto de la región.
“Yo creo que los avances se van dando, el mundo es cosmopolita y siempre hay medios -para alcanzarlos-. La información está tan extendida que es cuestión que las políticas apoyen un poco para que se vayan dando los avances. Yo creo que Argentina y Paraguay van evolucionando positivamente”, comparó.
De esta manera, enfatizó en la necesidad de garantizar el acceso a la información y las políticas públicas que encaren ese camino.
Respecto el panorama paraguayo, señaló que “se hacen muchas campañas de prevención, que es lo importante.
Prevención del cáncer de cuello uterino, prevención del cáncer de mama e incluso se sancionó una ley para que la mujer tenga un día libre remunerado para poder hacer su papanicolaou anual y una mamografía, en caso de estar indicada”.
“Esas cosas antes no las había, por lo que hay acceso a esos estudios desde la salud pública y creo que eso es bueno. Lo importante es la información porque, en ocasiones, hay mujeres que no acceden a esos estudios por ignorancia”, señaló.
Embarazo adolescente
Según un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Paraguay es el 2º país con altas tazas de embarazo adolescente en américa del sur, con cifras superiores al 70% del total.
Dicha situación fue ratificada por Menéndez, quien calificó el panorama de “lamentable”.
“Eso se da en una población de extrema pobreza, donde se vive en condiciones de hacinamiento y, casi siempre, una madre con muchos niños o quizás con una pareja que no es el padre de ellos”, señaló, asegurando que, en su mayoría, los embarazos son “fruto de violaciones e incestos”.
Consultado sobre cuál debería ser el rol del Estado frente a esta situación volvió a poner en valor el poder de la información.
“Todo viene por la educación, la información y por mejorar los recursos de esas familias que viven en extrema pobreza”, señaló.
Vale destacar, también, que en Paraguay, a diferencia de Argentina, no existe una ley que permita el aborto no punible en caso de violación. “Se puede convocar a una junta médica para evaluar el caso”, señaló como alternativa Menéndez, aunque reconoció que dicho alcance “es difícil”.
Deudas pendientes
Menéndez aseguró que, en lo que respecta a deudas pendientes de la Salud para con la sociedad, la igualdad en el acceso a la misma está primero.
“Uno no debería necesitar un capital importante para poder acceder a ciertos estudios o tratamientos. La medicina tiene que ser para todos”, sostuvo.
Y si bien señaló avances agigantados en materia de igualdad de género, recordó el sinuoso camino que debió transitar para lograr su posicionamiento actual en la profesión.
“Antes era un poco más difícil, pero ahora ya no tanto. Se consiguen espacios y respeto. Por supuesto igual que hay que seguir trabajando, pero afortunadamente cambió mucho. Llevo mucho tiempo trabajando y antes era más difícil. Incluso, a la hora de elegir médico, había mujeres que decían ‘Yo prefiero un hombre’, pero hoy son muy pocas las que tienen una predilección por un sexo. Yo siempre a mis pacientes les digo: ‘No importa el sexo, lo que importa es tener una buena atención y que te sientas cómodo'”, concluyó.