El ave estaba sobre el árbol del patio de una casa de la zona, a cinco cuadras de la suya. La familia tuvo que dividir la recompensa de 50 mil pesos.
Luego de varias horas de intensa búsqueda apareció Rocco, el loro que se había perdido el jueves en el barrio Pueyrredon y su familia agradeció a LA CAPITAL y los lectores por la difusión.
Rocco volvió a casa esta mañana gracias al llamado de una vecina que lo escuchaba gritar “como loco” desde ayer a la tarde en el patio de una vivienda del barrio. La mujer se contactó con la familia ya que “le parecía raro porque nunca había escuchado a un pájaro” chillar de esa forma por la zona.
“Lo escucharon, nos mandaron un audio de los gritos y lo reconocimos de inmediato“, contó Florencia, una de las dueñas de la mascota a este medio. “Claramente era él así que nos fuimos corriendo a buscarlo”, sumó.
Rocco ya está en casa.
Rocco se había perdido el jueves a la tarde en Génova y República de Cuba, y -según indicaron los dueños- huyó en dirección a un descampado de la zona. Por esta razón, pedían cualquier tipo de información y ofrecían recompensa.
Al llegar al lugar, alertados por la vecina, vieron que el ave estaba subido en un árbol de una casa ubicada a cinco cuadras de la familia de Rocco. “Cuando llegamos y nos vio estaba re contento”, relató Florencia aunque luego reconoció que “costó un montón bajarlo porque estaba altísimo y tenía miedo”.
Los dueños, tal como habían adelantado a este medio, repartieron la recompensa de 50 mil pesos entre la mujer que informó sobre el paradero de Rocco y a los dueños de la casa. También agradecieron en un video a LA CAPITAL y sus lectores por la difusión. “Rocco ya está bien y en casa. Estamos re felices”, expresaron.
Previo a la esperada aparición, la familia recibió un llamado proveniente de Santa Clara del Mar en el que aseguraban que la mascota estaba en esta localidad. Sus dueños viajaron de inmediato, se encontraron con el loro y estaban convencidos de que era el suyo. Lo trajeron a Mar del Plata y comenzó a tener comportamientos ajenos a Rocco.
Finalmente, se dieron cuenta de que no se trataba del verdadero Rocco y ahora la familia tiene dos loros pero busca a los dueños del otro ave.