El caso fue grave pese a que las víctimas sufrieron solo heridas leves. Hubo persecución, amenazas, interrupción del tránsito, golpes y una presunta inacción de la policía.
Otro episodio de violencia nocturna en un boliche de Mar del Plata se registró esta semana cuando un grupo de turistas aseguró haber sido agredidos por al menos 20 jóvenes y perseguidos por la ruta 11, al sur de la ciudad.
El incidente, ocurrido el miércoles por la noche, es decir solo dos días después del grave suceso en el que fuera atacado Matías Montín en Playa Grande, es investigado por la Justicia en dos fiscalías diferentes: una de ellas interviene en la agresión y la otra en la supuesta inacción de la comisaría primera. De acuerdo a la denuncia de las víctimas, en dicha dependencia no los quisieron atender y los obligaron a regresar a la zona de Playa Serena, desde donde habían escapado corridos por los agresores.
De acuerdo a información a la que tuvo acceso exclusivo LA CAPITAL, uno de los agresores fue identificado como jugador de la primera división de un club de rubgy de la URBA.
Asimismo trascendió que cuatro jóvenes fueron los que sufrieron algún tipo de lesión, aunque todas de carácter leve.
Todo se inició a las 0.50 ya del día jueves, poco antes del cierre en el boliche La Caseta, ubicado a la altura del acceso al barrio Alfar, en el sur de la ciudad. Entonces se produjo una provocación que derivó en una pelea en la que doce jóvenes empezaron a ser agredidos o corridos. Entre las víctimas figura el hijo de un funcionario judicial de la fiscalía descentralizada de Ezeiza.
La denuncia, realizada recién este jueves en Tribunales, indica que ante el ataque los doce jóvenes turistas se dispersaron en distintas direcciones, algunos huyeron a pie, otros alcanzaron a tomar un remís y otros se subieron a un colectivo de la línea 221. Sin embargo éstos no se libraron de los violentos, ya que dos de ellos, a bordo de una camioneta utilitaria, persiguieron al colectivo y le dieron alcance.
En esos momentos, el identificado como jugador de rugby del Buenos Aires Criquet and Rugby Club cruzó la camioneta por delante del ómnibus y le cerró el pasó, para luego ascender e intentar continuar con la agresión. El colectivero dijo que iba a llevar a todos a la comisaría y por eso los agresores (había otro más junto al rugbier) descendieron. No obstante, continuaron con la persecución a la espera de que las víctimas bajaran en algún sector de la ciudad.
Al llegar a la altura del Casino, los agredidos descendieron al ver a un patrullero, y señalaron la camioneta, la que logró entonces escapar.
Los jóvenes aseguran haber ido a la comisaría primera para radicar la denuncia pero allí no los quisieron atender y les dijeron que tenían que regresar a Playa Serena para hacer allí la presentación.
Debido a que una de las víctimas era hijo de un funcionario judicial el grupo fue asesorado y entonces la denuncia la formalizaron en Tribunales.
La fiscal Andrea Gómez inició una investigación para saber si la identificación del agresor aportada por las víctimas es real (lo rastrearon por redes sociales) y si se trata de ese jugador de rugby. De hecho, la fiscalía libró un oficio al club para corroborarlo.
Por otra parte, la fiscalía de Delitos Económicos interviene en la posible comisión del delito de incumplimiento en los deberes de funcionario público del personal policial de la comisaría primera que no habría aceptado tomar la denuncia pese a la condición de los jóvenes agredidos.
Por el momento no hay personas imputadas.