Fueron colocados en diferentes puntos del centro y llevan el lema "Salvemos Miles de Vida". Cuál es la organización que está detrás de esta iniciativa a favor de la legalización de la práctica en Argentina.
“Paula se quedó sin útero y sin un riñón. Nunca podrá ser madre”. “Ana llegó muy grave al hospital. Sí, al rato murió”. “Paula llegó con una infección avanzada. Murió a las horas”. Estas son sólo algunas de las historias que se replican en decenas de afiches que aparecieron esta semana en diferentes puntos del centro de la ciudad y despertaron la curiosidad de todos los transeúntes.
Los testimonios, entrecomillados y bajo el lema “El aborto clandestino existe”, aparecieron también junto a la foto de sus emisores: médicos y médicas del país, sus respectivos nombres y lugares de origen y el número de sus matrículas, certificación que garantiza la habilitación para el ejercicio profesional.
En un principio, la iniciativa se le atribuyó a la Campaña Nacional por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito, pero referentes del espacio en la ciudad, como la periodista Clara Barrenechea, se encargaron de desmentirlo y asegurar que la misma corresponde a una organización que nuclea a médicos de todo el país bajo el lema “Salvemos Miles de Vidas” y que busca difundir en la sociedad las duras consecuencias que atraviesan quienes acceden a la práctica de manera clandestina e insegura.
En un comunicado difundido por organizadores de la campaña, explicaron que especialistas en ginecología, obstetricia y jefes de programas de salud sexual y reproductiva de distintas provincias asumieron el compromiso de informar a la sociedad sobre las consecuencias de la práctica clandestina del aborto. “Los médicos y médicas nucleados en la campaña están motivados por el nivel de desinformación que circula alrededor del tema”, aseguraron.
“Las consecuencias por abortos clandestinos e inseguros lideran la principal causa de mortalidad materna en hospitales de Argentina. Afectan a miles de mujeres y familias que se arriesgan a daños irreversibles. Para hacer frente a esta problemática, profesionales de la salud decidieron lanzar esta campaña”, agregaron.
Las historias
Las acciones pueden también verse en la página oficial de la organización (salvemosmilesdevidas.org), donde también hay material audiovisual con los testimonios de los médicos en primera persona.
“El aborto clandestino existe, que no lo veas, no quiere decir que no suceda”, con esta frase inicia su reflexión Marcelo Guida, ginecólogo con más de 25 años de trayectoria en el Hospital Regional de Ushuaia. El doctor Guida asegura que una nueva ley funcionará como una rueda de auxilio en casos particulares en donde hoy la salud pública, no puede hacer nada. Luego agrega: “No me considero ni pañuelo celeste, ni pañuelo verde, me considero médico y mi trabajo es dar respuesta a la gente. Considero que con la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo estaríamos dando respuesta a miles de mujeres en el país.”
Por su parte, Yolanda Bertazzo, ginecóloga y jefa de programa de salud sexual y reproductivo de San Luis, comparte con dolor, el caso de una joven que llegó al hospital en un estado muy grave y que se fue a su casa viendo dañado para siempre su órgano reproductivo: “Cayó con tan mala suerte, que se recontra infectó, tuvimos que hacerle una histerectomía, me acuerdo que estuvo gravísima, en diálisis, casi pierde el riñón, casi se muere, por suerte se salvó, pero se quedó sin útero y con un riñón insuficiente. Son muchas las consecuencias de los abortos clandestinos”.
Según la experiencia de ambos médicos, una ley que permita la Interrupción Voluntaria del Embarazo sería clave para igualar el acceso a la salud pública y evitar más dolores en familias de todo el país. Además, piensan que una ley, dotará de mayores herramientas médicas a los profesionales sin recargar por eso, a la salud pública