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La historia del marplatense que pasó una invernada en la Antártida

Se trata del Cabo Principal de Comunicaciones, Emiliano Domingo Alibrando, padre de dos pequeños que en sólo unos días volverá junto a su familia desde el continente blanco.

El marplatense Emiliano Alibrando vivió un momento único en su carrera naval y a nivel personal: pasó un año de invernada en la Antártida, donde fue el encargado de establecer la comunicación entre la base Orcadas y el continente.

Emiliano nació en Mar del Plata el 30 de abril de 1987. Hace 13 años ingresó a la Armada Argentina, motivado por su padre. “Mi papá es suboficial retirado de la Fuerza y al ver sus vivencias dentro de la Marina y compartir el día a día con él, me interesé por ingresar; también tenía mucha curiosidad”, expresó. Fue el único de los hermanos que siguió los pasos de su padre.

“La Armada es como mi segunda casa, todo lo que uno aprende lo aprende en el hogar pero la Armada reforzó muchos de esos valores; además, en cada destino que uno pasa los compañeros se convierten en amigos”, aseguró.

En diciembre del 2006, Emiliano egresó como Comunicante de la Escuela de Suboficiales de la Armada y recordó su paso por los destinos navales: “El primer pase que me tocó fue al transporte rápido multipropósito ARA ‘Hércules’ en la Base Naval Puerto Belgrano y después me dieron pase a Mar del Plata, primero en la corbeta ARA ‘Guerrico’ y luego estuve en el oceanográfico ARA ‘Puerto Deseado’”.

Estando en su ciudad natal, Emiliano hizo el curso de submarinista y como tal, tiene los mejores recuerdos de su carrera. “Mi último destino en 2016 –antes de ser trasladado al Comando Conjunto Antártico- fue el submarino ARA ‘San Juan’“, recordó y comentó respecto a los 44 tripulantes: “Están en eterna patrulla y son y serán recordados como héroes. Compartí mucho con ellos”.

Base Orcadas

En diciembre del 2017, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” desembarcaba a Emiliano y a otros 18 miembros de la dotación de la base Orcadas en la isla Laurie en la Antártida. Es el mismo buque que en los próximos días lo traerá de regreso una vez que finalice la primera etapa de la Campaña Antártica de Verano 2018/2019.

A principios de enero la dotación llegó a la base administrada por la Armada Argentina y los marinos comenzaron a conocerse. Respecto a sus primeros días, Emiliano recordó: “Me quedo en particular con un gran recuerdo, una caminata por la Bahía Scotia con el mar congelado, yendo hacia el refugio antártico Cormorán”.

El marplatense llevó todo el tiempo junto a él durante su estadía una foto impresa de sus dos hijos y su esposa en el equipo de mate que su familia le regaló antes de partir. “Estando tanto tiempo lejos de la familia y los seres queridos uno recuerda muchas cosas, las comidas familiares, las juntadas con amigos, las reuniones y las fiestas de fin de año; y el sólo hecho de compartir una charla con ellos se valora mucho”, destacó.

Contó también que no fue una decisión fácil hacer la invernada en Orcadas, “lo consulté con mi familia, mi señora y mi padre, y un amigo suboficial submarinista que estuvo allí me habló muy bien de su estadía, así que acepté”. Y siguió: “Lo hice como un desafío para mi carrera, porque no todos tienen la posibilidad de venir, y porque mi familia me apoyó totalmente. Mi señora me dio la tranquilidad que necesitaba”.

Como labor principal, el Cabo Alibrando estuvo encargado de los equipos de comunicaciones y el mantenimiento de equipos y antenas: fue el responsable de realizar el enlace y tener comunicación con el continente. “Mi función fue la de brindar comunicación a toda la dotación con la mejor voluntad y predisposición en un terrero aislado, factor importante para llevarla a cabo”, aseguró.

Para sobrevivir en el continente blanco durante una invernada, hombres y mujeres de las tres Fuerzas Armadas de Argentina se adiestran durante un año en un duro curso.

Se trata de un adiestramiento completo en traslado de cargas helitransportadas y evacuación de heridos, técnicas en esquí de fondo y esquí de travesía, hacer habitable un lugar abandonado, aprender a construir iglúes y cuevas de hielo, sobrevivir en refugios a 2 mil metros de altura, hacer navegación con botes en aguas heladas, comunicaciones y navegaciones terrestres, así como largas caminatas sobre la nieve y el hielo.

Argentina en la Antártida

Desde el 22 de febrero de 1904, la Argentina está presente en el continente blanco con la creación de la base antártica Orcadas, la primera de las bases permanentes de invernada y temporarias, de refugios antárticos, de campamentos y estaciones científicas.

La presencia ininterrumpida del país desde hace 115 años en la Antártida se apega a la misión de brindar apoyo logístico y efectuar el mantenimiento para el desarrollo de la ciencia. Allí se realizan trabajos en sismología, estudios punto geodésico (detección de la deriva continental), seguimiento de mamíferos y aves, estudio de algas y hielos, recolección de datos meteorológicos: presión, humedad, temperatura del agua, observación de nubes y vientos.

Las Fuerzas Armadas, su personal y sus bases antárticas están disponibles para brindar el sostén logístico para tales investigaciones científicas.

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