Dos ovejeros alemanes y un labrador negro se retiraron de la Dirección de Cinotecnia del Servicio Penitenciario Bonaerense y ahora viven con sus adiestradores por una resolución del Ministerio de Justicia provincial.
Por Hernán Marty
LA PLATA (Corresponsalía)
La noticia de la jubilación llenó páginas de diarios. La razón por la que tres trabajadores caninos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) tomó tanta trascendencia se debe a que fueron los primeros en acogerse a la resolución del Ministerio de Justicia “Viejos Camaradas”.
La medida del ministro Gustavo Ferrari les dio la posibilidad a “Tequila”, “Jack” y “Sunkay” de mudarse con sus “mejores amigos” tras el retiro. De esta forma, dos ovejeros alemanes y un labrador negro viven con los tres suboficiales penitenciarios, con quienes formaron un binomio desde el momento de su nacimiento.
Todos ellos, canes y guías, son dependientes de la Dirección de Cinotecnia del Servicio Penitenciario Bonaerense, de donde surgieron los 227 perros que trabajan en seguridad, búsqueda de personas, búsqueda de estupefacientes y búsqueda de explosivos.
Para esto, no solamente se crían y entrenan a los agentes caninos de la dirección, sino que también se capacita a quienes deben manejarlos.
Los ovejeros alemanes y el labrador negro junto a sus entrenadores.
Entre 2016 y 2019 se prepararon a 140 agentes y alrededor de 40 de ellos están bajo la dirección del subprefecto Diego San Sebastián. Junto al jefe de Departamento Perros, Sebastián Figueras; y el jefe Departamento Veterinario, Matías Rodríguez; llevan adelante un proyecto que tiene como objetivo la prevención dentro de los penales y no la represión a través de los animales.
La Dirección de Cinotecnia del SPB incrementó su capacidad y labor desde 2016 de una manera exponencial. A fines de 2015 se contaba con 166 perros para cubrir las necesidades de seguridad de 23 establecimientos carcelarios. En la actualidad, son 227 canes y se brinda servicio en 40 penales de máxima o mediana seguridad.
Sebastián Figueras, que tiene como compañera de trabajo a una ovejera belga llamada “Huaca”, explicó que “hay perros que cumplen más de una función”, y remarcó que “la formación depende de la función que vaya a cumplir, la cual se define según las características de cada animal”.
Asimismo, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, remarcó que “dotar a las unidades, y especialmente al Grupo de Requisa, de perros adiestrados para la detección de sustancias ilícitas es clave para bajar los índices de violencia dentro de los penales”. También mencionó que “se suman en la colaboración a las fuerzas policiales y al Poder Judicial”.
Actualmente, en las instalaciones de la localidad de Olmos hay 72 canes, de los cuales 23 son cachorros. Desde allí salieron los diez perros que actualmente cumplen labores de seguridad en la Unidad 15 de Batán.
Rompiendo mitos
La instrucción de los animales se realiza a diario y a través del juego. “Es necesario aclarar esto porque siempre está presente en cada conversación sobre los perros detectores que se los hace adictos a la sustancia que deben ubicar”, dijo Ferrari.
Y agregó: “Eso no es así porque los animales bien instruidos pueden ubicar cualquier sustancia, solo por la recompensa del juego posterior”.
“La tolerancia a cualquier adicción es mucho menor que la que puede tener un ser humano y la vida de un perro se acortaría drásticamente si consumieran drogas”, explicó el ministro.
Esto puede comprobarse viendo cómo Figueras trabaja con “Huaca”, que ataca a un “figurante” (así se denomina al oficial que hace el papel de reo en fuga) con el que luego juega y se deja acariciar.
No se denota enojo ni en el ejercicio ni en el juego posterior, todo lo que Huaca quiere es su pelota.
Dirección en crecimiento
La Dirección de Cinotecnia se encuentra enclavada en pleno corazón de Olmos, entre la Unidad N° 1 y las casas de Régimen Abierto, a las que se las conoce vulgarmente como las Casitas de Casal (por el ministro de Justicia y Seguridad de la gestión de Daniel Scioli, Ricardo Casal).
Sobre la labor que a diario se realiza allí, el subprefecto Diego San Sebastián, titular de “Perros” (así suele denominarse en la jerga a la Dirección de Cinotecnia), indicó que “hay mucha confianza en nuestros canes y las autoridades del Ministerio de Justicia apostaron mucho”.
Durante su gestión se realizó la reforma y ampliación de los caniles, la adquisición de equipamiento para el adiestramiento, vehículos y ejemplares de belga malinois y labradores, la compra de alimento balanceado y de medicación veterinaria cuya provisión está garantizada hasta fines de 2019.
Integrantes de la Dirección de Cinotecnia del SPB.
Resolver crímenes
a través de olores
Cuando en 2013 la televisión ucraniana emitió la serie “Sniffer”, en la que un detective privado resolvía crímenes a través de los rastros de olor que dejaban los delincuentes, pocos creyeron que la producción audiovisual pudiera tener un halo de realidad.
Lo cierto es que en Cinotecnia existe un proyecto que podría compararse con la ficción ucraniana, aunque las narices que detectarían los aromas serían las de los perros que allí se entrenen.
El proyecto de Odorología forense es una técnica que se basa en la utilización de los olores para identificar personas. El método es sencillo: se toman muestras de los distintos olores en la escena de un crimen y se comparan con otras muestras que han recogido el olor de los sospechosos.
Cuba tiene desde 1989 el primer laboratorio de Odorología y extendió esa técnica a otros países. Actualmente se utiliza en Holanda, Bélgica, Suecia, Dinamarca, Alemania y Hungría.
Los tres jubilados
Hoy “Tequila” vive con Carlos Prelleza, tras ser protagonista de centenares de procedimientos de seguridad en las cárceles de la Provincia (entre requisas, traslados de detenidos, reyertas entre internos y cordones de seguridad en eventos deportivos).
“Jack” -de 10 años-, con experiencias similares a las de “Tequila”, se mudó a la vivienda del sargento Daniel Micono. En tanto, “Sunkay” -de 11-, un labrador negro especialista en detectar drogas ahora es un residente más en la casa del sargento ayudante Leandro Acosta.