La joven de 15 años hizo su primera campaña publicitaria y demostró estar a la altura de su madre, modelo hace 20 años.
Dejando de lado el bajo perfil que la caracterizaba, Paloma, la hija de 15 años de Guillermina Valdés y Sebastián Ortega, decidió incursionar en el mundo de la moda y realizó su primera campaña publicitaria.
Con un look original, un pelo bien corto y canchero, la joven demostró tener los mismos dotes de modelaje que su madre, quien hace ya más de veinte años que trabaja como modelo en Argentina.
Fichada por la agencia de Lorena Ceriscioli, la campaña parece no haber sido una cuestión aislada, sino el comienzo de una carrera que hará de la niña con un 1,76 metros de altura una figura del ámbito fashion y artístico.