Desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, y hasta el 31 de diciembre, al menos 77 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación murieron, según el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York.
La guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas entró en su cuarto mes sin dar señales de tregua, con nuevos bombardeos israelíes centrados en el sur de la Franja de Gaza, mientras el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken de gira por Oriente Medio para intentar evitar una escalada regional.
El ejército israelí llevó a cabo toda la noche del sábado ataques aéreos, entre ellos al menos seis en la ciudad de Rafah, en el sur del enclave y en el límite con Egipto.
Al menos 64 personas murieron en estos ataques, afirmó el Ministerio de Salud de Hamas.
Por la mañana, testigos reportaron bombardeos en Khan Yunis, también en el sur del territorio y nuevo epicentro de los combates.
La víspera, el ejército israelí anunció que “terminó el desmantelamiento de la estructura militar de Hamas en el norte” de Gaza y que desde ahora se centrará “en el centro y el sur” del enclave.
La cartera de Salud del enclave también afirmó que dos periodistas palestinos, Mustafa Thuria, un camarógrafo independiente que trabajaba para la agencia AFP, y Hamza Wael Dahdouh, reportero del canal Al Jazeera, murieron en un bombardeo israelí cuando circulaban en un vehículo.
Desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, y hasta el 31 de diciembre, al menos 77 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación murieron, según el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York.
De los 77 reporteros muertos, 70 eran palestinos, cuatro israelíes y tres libaneses.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció que evacuó a su personal de un hospital del centro de Gaza.
“La situación se ha vuelto tan peligrosa que algunos miembros de nuestro equipo que viven en el barrio ya ni siquiera podían salir de sus casas debido a las amenazas constantes de drones y francotiradores”, declaró Carolina Lopez, miembro de la ONG.
Pese a la presión internacional y los llamados de cese el fuego, Israel se mantiene inflexible.
“La guerra no se acabará hasta que hayamos alcanzado (nuestros objetivos)”, que son “la eliminación de Hamas”, el retorno de los rehenes y que “Gaza no sea una amenaza para Israel”, declaró ayer el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Pero en Israel no todos apoyan esta línea. Por la noche, manifestantes salieron a la calle en Tel Aviv para exigir la dimisión del gobierno y elecciones anticipadas.
“¡Estamos hartos!”, declaró Shachaf Netzer, de 54 años. “Necesitamos nuevas elecciones. Necesitamos un nuevo gobierno. Necesitamos un nuevo dirigente”.
Aproximadamente 20.000 personas se congregaron en la ciudad según datos de los organizadores, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
En este contexto el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, cuyo país en el principal aliado de Israel, realiza una nueva gira por la región.
En la fecha, se reunió con el rey Abdalá II de Jordania, quien según un comunicado del Palacio, pidió a EEUU ejercer presión sobre Israel para obtener un “cese el fuego inmediato” en Gaza, advirtiendo sobre “repercusiones catastróficas” si continúan las hostilidades.
Blinken afirmó que era “imperativo maximizar la ayuda humanitaria a Gaza”. Asimismo, llamó a evitar una conflagración regional y a trabajar por una paz “duradera” y “avanzar hacia la creación de un Estado palestino”.
Después de Jordania, Blinken viajará a Qatar, que medió en la tregua de finales de noviembre junto a Egipto y EEUU. Terminará el día en Abu Dabi, antes de ir el lunes a Arabia Saudita e Israel, donde anticipó mantendrá conversaciones que “no (serán) fáciles”.
Existen temores de un contagio regional debido a disparos casi diarios entren Israel y el movimiento islamista libanés Hezbollah, aliado de Hamas y asentado en el sur del Líbano en el límite norte con el país hebreo.
También, en Siria y en Irak, los ataques a bases militares de EEUU se dispararon en las últimas semanas. Mientras que en Yemen, los rebeldes hutíes apoyados por Irán multiplicaron sus ataques a buques en el mar Rojo en “apoyo” a los palestinos de Gaza.
Netanyahu dijo hoy durante una reunión del Gabinete que Israel está dispuesto a resolver el conflicto con Hezbollah por “medios políticos”, pero si estos fracasan, se recurrirá a “otros medios”, según citó la agencia Spunik y el diario Jerusalem Post.
La guerra en Gaza inició luego de que milicianos de Hamas y otros grupos armados palestinos atacaran territorio israelí el 7 de octubre, dejando cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, entre ellos una veintena de argentinos.
El 14 de enero se cumplen 100 días de esos secuestros y el sindicato israelí Histadrut anunció la convocatoria de una huelga general de 100 minutos a petición de las familias de los más de 130 israelíes que aun están en cautiverio en la Franja de Gaza.
Luego del ataque de Hamas, Israel declaró la guerra y desató una ofensiva contra la Franja de Gaza que dejó al menos 22.835 muertos, entre ellos mujeres y niños, de acuerdo con al balance del Ministerio de Salud del enclave gobernado por Hamas.
En Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, seis palestinos murieron en Jenín en una incursión de tropas israelíes. También murió una policía israelí en el operativo.
En tanto, un civil israelí fue “asesinado” al norte de la ciudad palestina de Ramallah, en Cisjordania, dijo el ejército, añadiendo que la policía estaba buscando al atacante.