Por Vito Amalfitano
Todos los resultados para Aldosivi. Solo faltaba que Aldosivi juegue para sí mismo. Después de dos derrotas consecutivas y más dudas que certezas con el rendimiento futbolístico del equipo.
Pero increíblemente, a pesar de lo poco hecho en los últimos tiempos, el conjunto marplatense llegó a este choque con la posibilidad de quedar primero solo, en caso de ganar. La ventaja de depender de sí mismo a cinco fechas del final para pelear por el ascenso directo.
Pero lo que natura non da…Aldosivi no pudo dar mucho más de lo que tiene. Y el volumen de juego no mejoró, sobretodo en el primer tiempo.
Sí en el complemento, afortunadamente, afloraron otros atributos. El equipo salió con otra actitud, a tratar de suplir con espíritu su falta de grandes argumentos futbolísticos.
Pero como la abundancia no es una característica de ninguno en este campeonato, Aldosivi pudo hacerse fuerte por fín como local para adueñarse de la punta.
De todos modos, que no haya abundancia no significa que no tenga lo suficiente. Y anoche le alcanzó con la mejoría del rendimiento defensivo, con las tareas de Iñiguez y sobre todo de Yeri, quien además marcó el gol, para darle más seguridades al equipo desde atrás. Partió con tres, se hicieron cuatro en el retroceso con la multiplicación de Quilez en todo el surco derecho. El resto fue todo intermitente. Y Villa Dálmine, también con muy poco, le dio un susto con un remate de Jordan en el travesaño y no mucho más.
“Para ser campeón / hoy hay que ganar…” , cantó toda la noche la hinchada, sobretodo en la cabecera popular. En la platea pasaron de la impaciencia al entusiasmo. Más por el resultado que por el juego.
Y el Minella terminó siendo una fiesta con el triunfo ante Villa Dálmine por 1 a 0. Aldosivi recuperó la ilusión. La gran ilusión de volver a primera. Tiene toda la punta y depende de sí mismo. Le falta que ahora este liderazgo le devuelva la autoestima con la que arrancó el 2018 tras el buen rendimiento ante Boca del fútbol de verano, para que mejore el juego en el último envión. El fútbol es también un estado de ánimo. Y como a los demás tampoco les sobra nada, mirarlos desde arriba alimenta el sueño cuando falta tan poco para el final del campeonato.