En el oficialismo aseguran que la relación con el radicalismo y los demás partidos de la coalición gobernante es mirada como ejemplo a seguir de cara a 2023.
En medio de un clima favorable por los resultados de las PASO, en Juntos por el Cambio soplan vientos de unidad. La foto de familia para la que posó en las últimas horas en Buenos Aires la alianza opositora empezó a restañar las heridas que había dejado la contienda interna en la provincia.
En Mar del Plata miran esa postal con entusiasmo. Saben que tienden a la integración de la campaña de Diego Santilli y Facundo Manes en el territorio donde el 14 de noviembre se librará la madre de todas las batalles contra un Gobierno en estado de ebullición pero decidido a dar vuelta el resultado. Con ese prisma ven las medidas económicas y las aperturas que se anunciaron en las últimas horas.
Pero en el oficialismo local buscan pensar más allá de la campaña. Creen que es vital empezar a exportar lo que llaman “el modelo Mar del Plata”. ¿De qué se trata? “De la gestión conjunta del PRO con el radicalismo y el resto de los socios de la coalición”, cuentan en el entorno del intendente Guillermo Montenegro. “En ningún otro lado se da lo que sucede acá. Y esto ya se está hablando en las mesas de Juntos por el Cambio”, comentan.
En el gobierno municipal conviven el PRO, la UCR, la Coalición Cívica, el GEN, Confianza Pública, Sumar y el Peronismo Republicano. Por volumen político, la buena sintonía se refleja en la relación del intendente con el jefe del Comité provincia de la UCR y presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados bonaerense, el marplatense Maximiliano Abad.
“Lo de Mar del Plata es importante porque no solo es una alianza parlamentaria, sino de gobierno”, refuerzan en el oficialismo. Por caso, en manos radicales están la Secretaría de Obras, la de Educación, la de Desarrollo Social y Obras Sanitarias. “Y pese a que tuvimos una interna en las PASO a nivel provincial y seccional, no explotó todo por los aires como algunos anunciaban sino que seguimos gobernando en conjunto. Hasta unas horas antes de la elección hubo un trabajo fluido con Desarrollo Social tras el temporal”, recuerdan en el gobierno.
En el radicalismo coinciden: “Mar del Plata es un ejemplo de cómo se debería construir una coalición. No solo porque hay funcionarios de los distintos partidos y porque la presidencia del Concejo Deliberante es radical, sino porque además hay un diálogo permanente en el que se discute la política”.
En la UCR le reconocen a Montenegro que “abrió el Ejecutivo desde el día uno”. Y creen que, en línea con la decisión de impulsar una coalición de gobierno a nivel provincial y nacional para 2023, es la experiencia a seguir.
“Entre 2015 y 2019 Cambiemos tuvo una alianza parlamentaria. Pero las políticas las decidía Mauricio Macri”, diferencian. “Ahora vamos hacia un modelo distinto. El modelo Mar del Plata”, anticipan.