Bernardo Baraj es el asesino confeso del crimen de Jordana Rivero, la estudiante de psicología arrojada del séptimo piso de un edificio céntrico durante un robo.
La fiscal María Florencia Salas pidió que se condene a Bernardo Baraj a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor del femicidio de Jordana Rivero, mientras que solicitó 8 años de cárcel para Paola Rojas, por ser cómplice en el robo y en la privación ilegítima de la libertad.
En la segunda y última jornada del juicio desarrollado en la sala del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 tanto Baraj como Rojas declararon, mostraron arrepentimiento por lo sucedido y admitieron haber intentado robar a Rivero en el interior de su departamento.
Sin embargo, la estrategia de Baraj, por medio del defensor oficial Christian Rajuan, fue la de no referirse al asesinato. Es que el defensor planteó que no estaban probados los agravantes que permiten una condena perpetua, como es el criminis causa y el femicidio. Por eso pidió que se lo condene a Baraj en relación a un robo seguido de muerte y se le aplique la mínima que es de 10 años de prisión.
Jordana Rivero fue asesinada en la madrugada del 2 de marzo de 2020, luego de invitar a Baraj y a Rojas a su departamento de Salta casi Luro. Allí, con el consumo de estupefacientes como trasfondo, Baraj y Rojas (la habían “captado” en un bingo) la retuvieron para sacarle las tarjetas de débito.
Rojas se retiró del lugar para ir a extraer dinero del cajero y así sustraerle algunos ahorros a Rivero, una estudiante de psicología de 28 años.
En el tiempo en que permaneció solo con Rivero, Baraj la maniató y comenzó a golpearla, para finalmente arrojarla desde el séptimo piso.
Rojas regresó y al hacerlo a estaban los patrulleros llamados por vecinos del edificio.
Para la fiscal Florencia Salas no hay dudas de que Baraj mató a Rivero para ocultar el delito de robo o asegurar su resultado, con lo cual se configura el agravante del criminis causa. Pero además, entiende que también de aplicarse el inciso 11 del artículo 80 que cita al que “matare a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre o mediase violencia de género”.
La defensa entiende que si el homicidio fue en un contexto de robo no puede incorporarse el agravante del comúnmente llamado femicidio. Respecto al criminis causa, también sostiene que no hubo instancia posterior, sino simultánea al robo.
Respecto a Paola Rojas la fiscal pidió una pena de 8 años de prisión por el robo con la privación ilegítima de la libertad que se debe elevar a 10 por la unificación con una condena anterior en suspenso.
La sentencia se conocerá el próximo viernes a las 12 en la misma sala de audiencia del tribunal compuesto por Alexis Simaz, Roberto Falcone y Néstor Conti.