Hasta el 16 de mayo se lleva a cabo la edición 46 de la Feria Internacional del Libro con nuevas propuestas para todas las edades.
Por Catalina Montes
Después de dos años de pandemia la Feria del Libro volvió renovada a la Ciudad de Buenos Aires con su edición número 46. Con siete pabellones, 40 países representados, 80 stands de distintas universidades, este reencuentro con los lectores plantea 1.500 actividades culturales programadas, incluyendo conferencias, cursos, firmas de libros, recitales poéticos, encuentros de narradores, entre otras.
Este evento es de índole internacional y luego de la pandemia la emoción por el reencuentro entre los escritores y lectores se percibe en el aire. Es por esto que La Rural (Av. Sarmiento 2704, CABA) abre sus puertas para llevar adelante estas largas jornadas los lunes a viernes de 14 a 22 y los sábados y domingos de 13 a 22, hasta el lunes 16 de mayo inclusive.
La cantidad de gente que circula por día por el predio es impresionante, para Camila, una estudiante de periodismo de 19 años, “sigue siendo un shock volver a eventos con esta cantidad de gente, pero estoy muy feliz de tener le oportunidad de asistir a esta feria, se extrañó mucho”.
Las dimensiones del complejo no se pueden concebir a través de la pantalla, pero realmente la cantidad de puestos ha dejado a más de uno boquiabierto. Sin embargo, más allá de la cantidad en sí, se puede observar una gran diversidad en las propuestas. Hay puestos con los libros clásicos de la literatura, otros sobre espiritualidad, religión, historia, anime, novelas románticas, libros de cocina, audiolibros, de editoriales enormes internacionales, firmas editoriales pequeñas y sustentables, entre muchos otros; por lo tanto indiscutiblemente hay opciones para todos los gustos y edades.
En las actividades que se ofrecen a lo largo de las jornadas se pueden destacar clases de yoga, recitales poéticos, charlas sobre diversidad, entrevistas en vivo a grandes autores, y juegos para los más chicos como talleres de dibujo, espectáculos payaso-literarios o narraciones de cuentos. Además, hay stands que funcionan como una biblioteca virtual con la ayuda de distintos asesores, otros que ofrecen vinilos, incluso la denominada “zona futuro” sirve como un radar de tendencias, estéticas, sensibilidades y tecnologías. Innumerables propuestas en más de 100 stands le dan la oportunidad al visitante de tener una experiencia única y enriquecedora.
Para Fátima, una abogada de 30 años, “los pasillos son mágicos, realmente se llenan de arte en todas sus formas. Venir acá es más que mirar libros, hay muchísimas propuestas y mientras vas caminando te encontrás con universos muy distintos e interesantes.”
Cabe destacar que la diversidad atraviesa toda la programación de la Feria en todos los sentidos. Por un lado, poseen un pabellón exclusivamente de orgullo y prejuicio donde se pueden encontrar todas las historias que se escondieron durante tantos años en relación a la comunidad LGBTQI+.
Frente al mar de hojas de este stand, Jerónimo, un joven de 25 años, muy emocionado destacó la importancia de que se abran estos espacios. “Leo desde muy chico, pero antes era distinto, nunca tuve la oportunidad de leer historias en relación a la homosexualidad que me puedan representar. Me lleva hasta las lágrimas que haya un stand en en un evento con esta magnitud donde todas estas historias disidentes se muestran más fuertes que nunca”, comentó entre lagrimas con una pila de libros entre sus manos.
Pero eso no es todo, además está disponible un Espacio de Diversidad Funcional y Discapacidad, en el Pabellón Ocre, donde se cuenta con un aro magnético, es decir, un dispositivo para que los usuarios de audífono o que posean un implante coclear puedan disfrutar de distintas actividades con una transmisión directa del sonido sin los efectos de la distancia o el ruido de fondo. Asimismo, este espacio aborda la discapacidad desde múltiples artistas y brinda información, colecciones de lectura fácil y actividades exclusivas. Por otro lado, todas las personas que visiten la Feria pueden encontrar lecturas en braille en los stands de Editora Braille, Libro Parlante, Editorial Tinta Libre y Gerbera Ediciones, entre otras.
Ahora sí, más allá de la diversidad que lleva adelante este evento en cuanto a la información y el material ofrecido en todos sus formatos, en las redes sociales han circulado muchos comentarios respecto a los precios que mantiene a Feria del Libro en esta jornada 46.
En primer lugar, cabe destacar que el ingreso es gratuito todos los días para menores de hasta 12 años inclusive, visitas escolares, personas con discapacidad y docentes que presenten un recibo de sueldo o comprobante que acredite su condición. Además, de lunes a viernes todos los estudiantes, jubilados y pensionados pueden ingresar gratuitamente con la presentación de alguna certificación. Más allá de estos grupos, la entrada general cuesta $300 de lunes a jueves, $450 los viernes, sábados y domingos, y se puede comprar un pase de tres visitas por $700.
En cuanto al precio de los libros, varia en relación al puesto y la editorial. Sin embargo, diversas editoriales han mantenido ofertas de dos libros por $1000 y se las puede ubicar fácilmente por sus carteles fluorescentes con sus precios únicos. Por otro lado, todas las personas que poseen entre 16 y 21 años pueden solicitar en el stand del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dos vouchers de $500 para utilizar en la feria. Además, en la página oficial de la Feria del libro se detallan las promociones bancarias vigentes desde el inicio hasta el final de este evento. Por lo tanto, también podemos identificar una amplia variedad de precios.
En la edición número 46 la Fundación del Libro, organizadora de este evento, logró generar un ambiente para que todos los lectores y escritores se pudieran reencontrar cara a cara y compartir un momento único. Con una amplia variedad de precios y géneros este evento le propone al apasionado de la lectura cientos de actividades culturales diarias para disfrutar después de dos años de pandemia.