La familia de la periodista y legisladora fallecida en el Sanatorio de la Trinidad pidieron el peritaje del endoscopio secuestrado en un allanamiento solicitado por la querella.
Los abogados de la familia de Debora Pérez Volpin pidieron a la Justicia peritar el endoscopio secuestrado en el Sanatorio de la Trinidad días atrás, y ante la sospecha que fue cambiado de aquel utilizado en el estudio realizado a la periodista.
Lo hizo a través de un escrito presentado ante el juez Gabriel Ghirlanda a cargo de la causa en el que solicitó una batería de medidas de prueba para determinar las causas de la muerte de la periodista.
El aparato se secuestró en un allanamiento solicitado por el abogado Diego Pirota, querellante en representación de la familia de Pérez Volpin, días atrás y en el que hizo lugar el juez Ghirlanda.
Además, le pidieron al juez que certifique si la anestesista y el director médico del Sanatorio de la Trinidad están inscriptos en el registro de salud pública.
También pidió que convoque a declaración testimonial a personal médico que atendió a Pérez Volpin el día previo a su muerte y cuando tuvo lugar el estudio de endoscopía.
En la causa por el momento no hay citaciones a indagatoria ni a la anestesista y ni al endoscopista, aunque ambos están bajo la mira en la causa caratulada como homicidio culposo.
La familia está convencida que el fallecimiento fue por el estudio y no por una complejidad anterior pero, sin apuntar hacia nadie en particular, los allegados a la periodista reclaman una investigación para saber qué pudo haber pasado y a partir de allí determinar responsabilidades.
Hasta el momento, la anestesista Nélida Puente se presentó en la causa y designó un abogado al igual que el endoscopista, aunque el primero de ellos hizo un descargo reciente ante la fiscal Nanci Olivieri, quien tiene delegada la investigación, en la que se declaró inocente y negó haber cometido alguna irregularidad.