La Ciudad

La dramática espera de Benjamín: tiene 3 años y necesita un trasplante de médula

El niño marplatense padece una leucemia linfoblástica aguda. Tiempo atrás, le dieron 20 días de vida pero lo revirtió. Superó 12 intervenciones quirúrgicas y estuvo a punto de ser trasplantado pero el donante se arrepintió. "Es la última opción y no podemos esperar mucho", contó su papá.

“Es la última opción que tenemos y no podemos esperar mucho”. Así define José Mansilla la situación que atraviesa su hijo, Benjamín Ismael, de 3 años quien necesita un trasplante de médula para poder afrontar la leucemia que lo afecta desde hace dos años.

El pequeño marplatense se encuentra en la ciudad de La Plata y lleva adelante su tratamiento en el Hospital De Niños “Sor María Ludovica”.

Mientras le da pelea a la enfermedad y enfrenta quimioterapias muy invasivas, Benjamín espera la posibilidad de un donante y está en lista de espera internacional para trasplante de médula.

Hasta hace algunos días, la expectativa era total. Un donante británico con alta compatibilidad abría la esperanza y el pequeño marplatense se preparaba para ser trasplantado. Pero finalmente, en forma sorpresiva el donante revirtió su decisión y la posibilidad se frustró.

“Benja” está en la lista del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI),que es el organismo que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células en nuestro país. Sin embargo, los tiempos apremian.

“Nosotros necesitamos el donante lo antes posible. No podemos esperar el tiempo que tarda el Cucaiba para determinar la compatibilidad”, explicó angustiado José.

 

Benjamín tenía un año y un mes cuando le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. De ahí en más, empezó una lucha titánica y desigual para poder vivir. El momento más dramático para la familia fue en febrero de este año cuando el pequeño tuvo una recaída. Para los especialistas, no había escapatoria: le quedaban entre 15 y 20 días de vida. Sin embargo, Benjamín revirtió la situación con diferentes quimioterapias y con el correr del tiempo se empezó a hablar de la posibilidad de un trasplante

En total, “Benja” superó 12 intervenciones quirúrgicas, en dos de ellas le tuvieron que extirpar los testículos, y tuvo tantas quimios “que ya perdió la cuenta”.

La etapa de espera para un trasplante de órganos es como una ola gigante de angustia y ansiedad, donde el tiempo se dilata, los días pueden transcurrir en forma lenta o vertiginosa, si el paciente tiene una recaída –como le pasó a “Benja” en febrero de este año-. Es por ello que los tiempos se acortaron de golpe, ya que necesita cuánto antes un donante compatible.

Los papás, Daniela y José, las dos hermanas Dana (10) y Luz (8), junto a todos sus afectos, esperan con desesperación y sin perder la esperanza, a aparición de un donante que le permita a Benjamín seguir con su pelea.

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