Quilmes y las previsiones para la temporada 2020/2021 del básquetbol argentino en el contexto de la pandemia.
Si bien la Asociación de Clubes (AdC) ratificó a través de su presidente, Gerardo Montenegro, que la intención es iniciar la temporada 2020/2021 a mediados de octubre, lo cierto es que el panorama no parece tan claro.
Obviamente, ese eventual inicio sería en principio a puertas cerradas (algunos equipos se resisten a ello), aunque de todos modos la última palabra para permitir o no el comienzo la tendrán las autoridades sanitarias nacionales.
En ese contexto, y pese a la sangría de jugadores que ante la incertidumbre optaron por tomar rumbos diferentes fronteras afuera (México, Brasil, Uruguay, etc.), la Liga Nacional parece más armada para afrontar una temporada atípica, con el valor del dólar por las nubes, la casi imposibilidad de contratar extranjeros y con la probable necesidad/oportunidad de promover valores jóvenes.
Para la Liga Argentina, en cambio, el horizonte se percibe más difuso. Hay clubes que no están en condiciones económicas de enfrentar una temporada con retracción de sponsors y sin poder contar con el ingreso por venta de entradas.
Ese presente pleno de incógnitas es el que atraviesan varias instituciones. Planificar se hace difícil y hacer números, mucho más.
Así lo explicó Marcelo Jiménez, responsable del básquetbol del Club Atlético Quilmes. “Nosotros, con gran esfuezo -le dijo a LA CAPITAL– pagamos la última cuota del convenio por los acuerdos con los jugadores. Pero sabemos que hay clubes que no pueden hacerlo y difícilmente puedan en el futuro. La fecha de inicio tentativa sería para el 20 de octubre, pero no se puede garantizar que sea una fecha firme. Si así fuera, a mediados de agosto tendríamos que arrancar la pretemporada. Y eso muy probablemente no ocurra, porque para comenzar una pretemporada, primero hay que tener un plantel”.
La referencia apunta a que, si bien hay jugadores con contrato, faltan cubrir muchos lugares para conformar el equipo. Y además, se necesitarían no menos de dos meses de preparación antes de salir a jugar.
El entrenador Manuel Gelpi, que continuará en el cargo, sabe que puede contar con Raúl Pelorosso (renovó su vínculo), Darío Skidelsky (es jugador del club) y Juan Esteban De la Fuente y Jeffrey Merchant.
El escolta, de 19 años, tiene contrato vigente con el “tricolor” hasta los 24, pero cuenta con una cláusula de salida, con lo cual podría ser tentador para algún club de Liga “A”. Y al ala-pivote, si bien tiene algunas ofertas, todavía le queda un año más de contrato con Quilmes.
“El panorama es todavía más complicado si tenemos en cuenta que, hoy por hoy, no se le puede poner números a ninguna negociación. Hemos preguntado puntualmente por un jugador, y su representante nos dijo que está en el mercado, que está disponible pero que no todavía no hay cifras para negociar. Y no se puede negociar en el aire”, explicó el dirigente.Con respecto a la continuidad de algunos jugadores que integraron el equipo en la última temporada, la intención es que puedan continuar Gregorio Eseverri, Alejandro Reinick y tal vez Maximiliano Maciel.
Los tres estarían dispuestos a seguir en Luro y Guido, aunque por ahora se hace difícil entablar conversaciones en el aire, sin valores.
Además, cobró fuerza la pretensión de volver a tener al escolta Lucas Ortiz, quien de todas maneras podría ser pretendido por equipos de Liga A. En ese caso, como el jugador vería con buenos ojos retornar al “tricolor”, si la brecha económica con otros ofrecimientos no es demasiado importante, su retorno podría ser factible.
Por último, y más allá de una reunión pendiente con el Ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, parece más sensato hablar de noviembre y no de octubre para el comienzo de la nueva temporada.
Pequeña variante reglamentaria
Reglamentariamente, hubo una variante mínima para constituir los equipos de Liga Argentina. Tal como la temporada anterior, fueron aprobadas seis fichas mayores y cuatro Sub 23. La novedad viene en este último apartado: de esas cuatro fichas, tres deberán ser “oriundas” (formadas en el club o reclutados con un año de antigüedad) y la restante puede ser un nuevo reclutamiento cuando la ecuación imperante era dos y dos. Si un club decidiera realizar más de un reclutamiento, esa ficha ocuparía el lugar de una mayor.