El equipo marplatense no ganó en sus 6 presentaciones como visitante. Pero es un déficit que viene de antes. Esta temporada lo compensó con un buen arranque de local. Aunque ahora también sufre la falta de gol.
Por Juan Miguel Alvarez
Sumar de visitante es una empresa difícil para Alvarado. Y ganar, algo muy atípico. No celebró en los primeros seis partidos del año en esa condición. Y lo hizo muy poco desde su llegada a la Primera Nacional de fútbol.
De 71 partidos como visitante en la principal categoría de ascenso, ganó apenas 10. Con una efectividad de 27,2 % (10-28-33).
En 2022 el club de Jara y Peña arrancó la temporada con 7 encuentros sin triunfos afuera (3 empates y 4 derrotas), racha que cortó con el 1-0 ante San Telmo. Al año siguiente no pudo celebrar en sus primeros 11 partidos en la ruta (6 igualdades y 5 caídas) hasta que por fin superó 2-0 a Güemes en Santiago del Estero. Ese déficit lo llevó a pelear en la parte baja de la tabla desde el principio de cada torneo.
Ahora la historia es distinta superado el primer cuarto de campeonato, ya que el equipo de Mauricio Giganti lo compensó con un buen arranque en condición de local: sumó 10 puntos sobre 12. Por eso está en el noveno puesto (sobre 19 equipos), a un gol de diferencia de la zona de clasificación al Reducido.
Dada la paridad general, está a apenas cuatro unidades del último de la Zona A y a seis del puntero.
Con el arrastre de 2023, son 9 los partidos sin ganar de visitante que acumula Alvarado. La última vez fue el 4-1 sobre Nueva Chicago, el 26 de agosto. Siete meses y medio atrás.
Mataderos es lo más parecido a su casa. De las diez veces que triunfó afuera en la categoría, tres fueron allí, donde no perdió en cuatro presentaciones.
Pero la deuda externa es más bien un problema histórico para Alvarado. Entre el 24 de mayo de 2008 y el 31 de enero de 2010, estuvo ¡27 partidos sin festejos! La racha, que comenzó tras un partido ganado en el escritorio (el 1-0 a Deportivo Madryn por agresión a Gustavo Gatti, el actual manager), comprendió todo el Argentino A 08/09 que culminó en descenso.
Poco después permaneció 23 encuentros sin victorias, entre el 18 de noviembre de 2011 y el 16 de marzo de 2013.
Incluso, en sus mejores temporadas, aquellas de los ascensos, no tuvo grandes números en condición de visitante.
En el Argentino B 2007/08 que terminó con gloria en La Plata ganó 6 de 19 partidos, en el Argentino B 2011-12 que concluyó con “La batalla de Roca” se impuso en apenas 4 de 20 y en el Federal 18/19 que lo depositó en la Primera Nacional lo hizo en 5 de 16. Es decir, incluso sus mejores campañas se sustentaron en la fortaleza en el José María Minella.
Sin goles no hay amores
La ausencia de los delanteros titulares (Guillermo Sánchez, Oscar Belinetz y Tomás Rambert) por distintas lesiones atentaron contra las aspiraciones ofensivas de Alvarado.
Faltaron los tres contra Racing de Córdoba (0-2), Sánchez ingresó los últimos minutos con Aldosivi (0-0) y “apuró” su regreso como titular frente a Güemes (0-0), mientras que Belinetz se sumó frente a Gimnasia de Jujuy (0-1).
Rambert todavía no volvió.
La falta de profundidad y de generación de oportunidades, en parte por la dificultad para reemplazarlos, llevó a la ausencia de goles. Hoy el equipo suma 406 minutos de “sequía”, desde el tanto de penal de Guido Vadalá a los 44 minutos de primer tiempo frente a Patronato (2-0). Cuatro partidos y medio sin convertir.
La peor marca en la categoría la sufrió en 2021, cuando llegó a 519 minutos sin anotar, con cinco derrotas consecutivas por 1-0.
Por el contrario, defensivamente Alvarado está más fuerte que años anteriores. En 2023 a esta altura (10 fechas) había recibido 18 goles y, en 2022, 14. Ahora le marcaron solamente 8. El arquero Juan Manuel Lungarzo y los zagueros Alan Robledo y Nicolás Ortiz, quienes juegan juntos desde la temporada pasada, conforman un tridente sólido.