Delfina Rossi y Fernanda Raverta analizaron la crisis económica y sus efectos en la ciudad. Criticaron la "dependencia del FMI" y la afectación del presupuesto nacional.
La economista Delfina Rossi y la diputada marplatense Fernanda Raverta coincidieron en que “la crisis económica que atraviesa la Argentina es autoinducida por el gobierno”, pero que “existen alternativas para revertirlas”.
Las jóvenes dirigentes dialogaron con LA CAPITAL en la antesala de una charla que brindaron en Mar del Plata titulada “Deuda externa y soberanía política” junto a Sebastián Soler, abogado especialista en derecho financiero y ex asesor de la presidencia del Banco Central.
Rossi sostuvo que “esta crisis económica es autoinducida, es producto de las decisiones económicas del gobierno del presidente Mauricio Macri dado que el conjunto de medidas que empezaron con la desregularización cambiaria y financiera llevaron a que la Argentina sea una pieza más del casino financiero del mundo”.
“Lo bueno es que cuando uno se da cuenta de que la crisis es producto de estas políticas y no es una tormenta en la que nada se puede hacer y hay que esperar que pase, no hay otro plan, surgen las alternativas”, agregó.
La economista, además de contar con un extenso currículum de estudios en el país y en Europa, es dirigente política, fue directora del Banco Nación y es hija de Agustín Rossi, jefe de bloque de Diputados del Frente para la Victoria-PJ.
“La única manera de salir es con un cambio de gobierno, un cambio de alianzas electorales”, continuó.
Piezas claves
Y aseveró que “la Argentina puede volver a crecer con dos o tres piezas claves: poniendo un control a la fuga de capitales, haciendo que la Argentina deje de ser un casino financiero; volviendo a apostar por el mercado interno a partir de una fuerte recomposición social, es decir haciendo que las jubilaciones, los salarios y las asignaciones recuperen al menos el poder adquisitivo de 2015 de forma inmediata. Entonces esa recomposición social nos hará recuperar automáticamente el mercado interno y después es necesario generar un plan de emergencia para las pequeñas y medianas empresas, para que sean ellas las que den trabajo en el mercado interno nacional”.
“Ya, con esas medidas sencillas, la Argentina empieza a crecer y una vez que esto suceda podemos darnos un debate muchísimo más profundo sobre el modelo de desarrollo, qué sectores y cómo volver a anclar lugares claves como Tierra del Fuego”, enfatizó.
En ese sentido, se refirió a una de las últimas medidas adoptadas desde la cartera económica. “Veíamos que ya no se deben declarar ni las laptos ni los teléfonos celulares en el ingreso al país. Y a mí me gustaría saber qué piensa la gobernadora de Tierra del Fuego al respecto. Me interesa ver si esto no le resulta un motivo suficiente para estar en contra del presupuesto 2019, dado que ese presupuesto es el resumen de todas las políticas de ajuste y desindustrialización que están llevando a cabo en el país”.
Mar del Plata “castigada”
Por su parte, la diputada Fernanda Raverta hizo hincapié en las repercusiones que las políticas nacionales generan en esta ciudad. “Cuando a la Argentina le va mal, a Mar del Plata le va pésimo”, dijo.
“Nosotros tenemos la gran potencialidad -y por eso nos ponen en ese lugar de vulnerabilidad- de poder vivir del consumo interno. Más allá de lo generamos a nivel local, tenemos la posibilidad de lograr recursos con lo que traen otros trabajadores que eligen nuestra ciudad para venir a hacer turismo. Entonces cuando la Argentina le va mal, los trabajadores del país ya no pueden ni siquiera pensar en vacaciones o fines de semana para descansar acá y generar nuevos ingresos para la ciudad. Entonces Mar del Plata está doblemente castigada”, explicó.
Visiblemente involucrada con las problemáticas del ámbito local, la legisladora nacional remarcó que “en las últimas horas veíamos cómo aumentaban los números de la pobreza, cómo se duplicó la cantidad de indigentes en Mar del Plata con más de 30 mil personas que no tienen para un plato de comida. Esto para nosotros es sumamente preocupante. No sólo somos la ciudad récord en encabezar el nivel de desocupación en las mediciones nacionales, sino que ahora nos sumamos a las ciudades más pobres porque la indigencia es la pobreza estructural; es la familia que no llega ni siquiera a comprar su comida”.
“Esta es la radiografía de la Mar del Plata que estamos viviendo”, sentenció la referente de Unidad Ciudadana.
Sin embargo, estimó que “cuando a la Argentina le va bien, a Mar del Plata le va mejor. Es por ello los vecinos y vecinas tienen que sentir que necesitamos cambiar el modelo económico nacional para poder superar este modelo de crisis. Tenemos que superar ser la segunda ciudad de la provincia de Buenos Aires que bajó más persianas de sus comercios o una dejar de ser las más afectadas por las fallas edilicias en las escuelas de nuestro chicos y chicas, por ejemplo”.
En la misma sintonía que Raverta, Delfina Rossi coincidió con las repercusiones de las crisis en las economías regionales. “En la Argentina que nosotros pensamos es la de la producción nacional, con localidades que se potencian a través de su parque industrial, el puerto, las industrias y la Universidad Nacional. Me parece que en lugares como Mar del Plata o Rosario tienen muchísimo para resurgir como piezas fundamentales en otro proyecto de país que es el que soñamos nosotros”, subrayó.
Dependencia del FMI
La ex directora del Banco Nación, también se refirió a la injerencia del Fondo Monetario Internacional en las decisiones económicas y políticas de nuestro país, así como también a la designación de Guido Sandleris al frente del Banco Central. “La verdad que la sensación que tuvimos con lo de Sanderis es que quedamos totalmente en manos del FMI. Quizás muchos se acuerdan que en Italia la troika (tríada formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo) puso en funciones a un tecnócrata, en Grecia también y parece que acá vamos por el mismo camino”.
Según Rossi, “el gobierno fue a Nueva York a ponerse de acuerdo en quién tenía que ser la cabeza de la política monetaria. Por eso habla mucho de independencia, pero en verdad Sandleris es del riñón del ministro de Economía (Nicolás Dujovne) y la única independencia que están tratando de conseguir es que el Banco Central nunca más le pueda prestar plata al Ejecutivo. Para que eso tiene que reformarse la carta orgánica, pero en todo caso eso significará la imposibilidad de un proceso de desarrollo para la Argentina, un desarrollo nacional propio, con independencia y soberanía; así que estoy muy preocupada en ese aspecto”, concluyó.
. “No votaremos un presupuesto que ajuste la salud”
Raverta manifestó que el Frente para la Victoria – PJ votará en contra del presupuesto 2019 enviado al Congreso en los últimos días por el Ejecutivo nacional y reiteró el pedido de su bloque “para que el presidente Mauricio Macri lo revea”.
“Es un presupuesto que no sólo es desalentador, cuando se supone de debiera ser expectativa; sino que está integrado por indicadores que no van a cumplir”, subrayó.
Según la legisladora marplatense, “además de los condicionamientos nuevos del FMI, nos proponen votar algo que es un engaño. Si miramos el presupuesto del año pasado o del anterior vemos que ninguno de los indicadores se cumplieron. Encima éste quedó desactualizado. Por lo tanto estamos en contra de un presupuesto que la partida que más aumenta es el pago de servicio de deuda y es un presupuesto”.
Raverta explicó que el proyecto del gobierno “parece una foto”. Sin embargo “hay que mirarlo en términos de recorrido y de película porque el año pasado hicieron un ajuste profundo en el Estado Nacional, de hecho que no tengamos Ministerio de Salud o de Trabajo es un ajuste al presupuesto y a las garantías que el Estado debe tener sobre la ciudadanía. Entonces, el presupuesto recortado sobre todo lo que sucederá en 2019 le falta lo que vivimos este año”. En ese sentido, señaló que desde su bloque no comparte “ni el componente ideológico porque cuida y protege a los sectores el Estado no debe hacerlo y que descuida las necesidades del pueblo”.
“En un momento de crisis económica, no garantiza ninguna política económica para equiparar y fomenta la desigualdad. De hecho, que el Estado siga imaginando que la solución al déficit y los problemas son la tercera dosis de la vacuna contra el meningococo y que los chicos de 11 años no puedan acceder a la misma para nosotros es un problema también moral. Es un presupuesto sin ninguna posibilidad que sea acompañado por nuestro proyecto político. En síntesis, entre muchos motivos no votaremos un presupuesto que ajuste sobre la salud, que nos quite vacunas”.