El monumento fallero fue tomado por las llamas poco después de las 22 y así se buscó acabar con los males pasados y ahuyentar los futuros.
Las detonaciones de los fuegos artificiales marcaron el principio del fin. Ya habían pasando los shows musicales alegóricos, la presentación de la Guardia Nacional del Mar y de todas las reinas y falleras presentes en el evento, cuando la traca comenzó a chisporrotear y empezó este sábado a la noche la cremá de la 65° Falla Valenciana en la ciudad.
Las notas de las melodías jugaban en el aire, enmarcando las danzas típicas a cargo del grupo de baile de la Unión Regional Valenciana, mientras que el presidente de la entidad, Daniel Moragues, saludaban a todo aquel que se le cruzara en el camino hacia el palco oficial.
“Estamos muy contentos, porque hcae dos años las fallas en Valencia fueron declaradas como ´Patrimonio de la Humanidad´ por la Unesco y acá, a través de una ordenanza impulsada por la secretaria de Cultura, la falla fue declarada como ´Patrimonio Intangible del Partido de General Pueyrredon´. Son 65 años ininterrumpidos”, aseguró.
Ya habían desfilado las integrantes de la Guardia Nacional del Mar, ejecutado sus melodías la Banda Sinfónica del Gada 601 y entonado las estrofas de los himnos nacionales, cuando el dirigente reiteró su satisfacción por la festividad y las novedades que sumaron este año.
“En pos de interactuar con la comunidad pusimos la urna para que cada uno escriba un anhelo o deseo para este año. Y cuando miramos había bastante mensajes”, contó.
“La noche está ideal, por eso vinimos un rato antes y nos comimos un buñuelo, aunque ya los habíamos probado en el verano”, dijo Irma, que en compañía de su marido Héctor circulaban por la Plaza Colón en busca de un buen lugar para disfrutar de la cremá. Con 23°, la noche se asemejó a las vidas durante el verano, por lo que muchos de los locales gastronómicos colmaron sus mesa al aire libre. Otros, optaron por improvisar un pic nic en la plaza, con sanguchitos de miga y latas de cervezas.
Política
Julián y su mujer Elena habían llegado en bicicleta, con sus hijos Manuel y Lucas, para que “puedan ver un espectáculo al que veníamos siempre cuando éramos chicos. Pero no no podemos acercar demasiado, así que no se si van a ver algo”, se río la mujer.
En esta oportunidad, el monumento creado por Adrián Más vio reducido su tamaño pero al llamarse “Se destapó la olla” volvió a sus orígenes con los mensajes de los “ninots”, marcados por el año electoral. Así, la máxima figura fue un político sin rostro que pedía el voto a la comunidad. En otro sector aparecía un jubilado perguntándose cómo vivir con la mínima a la vez que aumentaban todos los servicios.
“Volvimos un poco a las fuentes -detalló Moragues-, contando la situación social actual, en un año electoral, con todo lo que está sucediendo como el aumento de las tarifas, los colegios cerrados, sin llegar a fin de mes. El mensaje apuntaba a que pensemos bien a quien vamos a elegir los argentinos”.
En una noche casi veraniega, los estruendo de los fuegos artificiales anunciaron el principio del fin de la fiesta valenciana, para encender la traca y así comenzar con la cremá del monumento.
Las actividades festivas de la comunidad valenciana habían comenzado a la mañana, con la distinción de “Fallero Mayor” al intendente municipal, la celebración de la misa y ofrendas a la Virgen de los Desamparados y la “Gran Paella de Confraternidad”.
Asimismo, hasta hoy funcionará el stand gastronómico de productos valencianos en la plaza Colón, de 15 a 23, con degustaciones de buñuelos valencianos, paellas y bebidas típicas, a cargo de la Unión Regional Valenciana en la Plaza Colón.
Las Fallas nacieron en Valencia a mediados del siglo XIX en honor a San José, patrono de los carpinteros. Con los años ganaron popularidad y tamaño, hasta que en 1954 un grupo de valencianos radicado en la ciudad importó la celebración de su tierra.