Al quedar eliminado el jueves Boca solo podrá volver al máximo certamen continental si gana el torneo del que es actual campeón. También River, Racing y eventualmente Independiente tendrán en este torneo la única chance.
La reedición de la Copa Argentina de fútbol, para la temporada 2011/2012, fue una noticia que no ocupó mayor relevancia en los medios y recibida con expectativa escasa por los espectadores, pero con el correr de los años adquirió mayor trascendencia con la ayuda de otra Copa.
La eliminación de Boca en semifinales de la Copa Libertadores de América elevó el prestigio de la Copa Argentina porque es la única vía, en caso de conquistar el primer puesto, que tendrán los equipos grandes del fútbol argentino para tener una plaza en el máximo certamen continental.
Por primera vez, tanto River como Boca, de campañas irregulares en el campeonato local y eliminados en la Copa Libertadores, le darán al mismo tiempo una relevancia significativa a la Copa Argentina.
Además, River nunca la ganó y Boca, vigente campeón, ya la conquistó en 1969 (primera edición) y 2012.
En la misma dirección está Racing, de poco protagonismo en el torneo pasado, e Independiente recurrirá a ella en caso de que su participación en la Copa Sudamericana no sea fructífera. Independiente deberá llegar lo más lejos posible entre los equipos argentinos para clasificarse al certamen que lo tiene como mayor ganador con siete títulos.
El único que escapa a este apuro es San Lorenzo que se clasificó en el fin de la temporada pasada con el segundo puesto tras la final perdida ante Lanús en la goleada 4 a 0 en el estadio de River.
Los clasificados a la Copa Libertadores 2017 son Lanús, San Lorenzo, Estudiantes La Plata (tercero del Campeonato de Primera División) y Godoy Cruz de Mendoza (cuarto del Campeonato de Primera División).
Solo resta una plaza más para los equipos argentinos. Ese lugar lo tiene la Copa Argentina, el certamen que será visto con otros ojos, en especial porque Boca y River van a competir por ese lugar.