Se trata del actor y director Antonio Mónaco. Un viaje a Mar de Cobos en el que no paró de inventar historias. Las largas charlas telefónicas entre ambos. Y cómo el joven músico aún recuerda letras textuales de las obras de su abuelo. El perfil de un Wos diferente, antes de que toque este jueves en Mar del Plata.
“Me gusta mucho lo que hace Wos, no es la música que escucho habitualmente, pero valoro lo que hace y lo que dice haciendo lo que hace”. Un orgulloso Antonio Mónaco –teatrista, director del Teatro de la Universidad de Mar del Plata, actor, docente y dramaturgo- habla de su nieto Wos, uno de los doce que tiene. “Es hijo de mi hija mayor, junto a su hermano se han pasado la vida viniendo acá todos los veranos, ahora son grandes pero igual vienen a presentarme a sus parejas, a pasar las fiestas con nosotros”, sigue el abuelo.
“A mí me cuesta mucho manejarme con la tecnología actual, pero me las arreglo, algunos otros de mis nietos me dicen ‘Mirá abuelo lo que apareció de Wos’ y me lo traen y así estoy al tanto”, reconoce el artista que vive en Mar del Plata.
Mónaco, que este verano codirige junto a su pareja Silvia de Urquía el espectáculo “Pandemia y yo”, destaca la lucidez de su nieto de 24 años, quien brilla en la escena de la música nacional con sus poética y sus discos, el último de los cuales es “Oscuro éxtasis”, que se presentará este jueves en el Estadio Polideportivo local. “Es un tipo muy comprometido, desde chico, con sus padres y con nosotros fue a todas las marchas, está muy al tanto de lo que es la política y la represión, de lo que es la libertad y los derechos humanos”.
Son todos temas que para el mismo Mónaco resultan transversales a la vida y al arte, puesto que Mónaco fue también uno de los directores que impulsó el movimiento de Teatro Abierto, que batalló a principios de los ’80 contra la dictadura cívico-militar argentina. Sus espectáculos tienen un fuerte contenido político y están consustanciados con el tiempo que le tocó vivir.
Una de las obras más famosas de Mónaco fue “El miedo en tiempos de lluvia”, que desarrolló durante siete años en escenarios locales. Allí estaba Wos, entonces Valentín, sentadito junto a sus padres mirando la obra. “Junto a su hermano se aprendían la letra de mis espectáculos de memoria, mi hija me dice que aún hoy Wos recuerda textuales de El miedo en tiempos de lluvia”, sigue.
Otra de las anécdotas anticipa el caudal expresivo de lo que vendría en el joven rapero. “Solemos ir a Mar de Cobo para escapar del gentío, íbamos en el auto y en el asiento de atrás iban Wos y Sok (Sok es el primo de Wos, también rapero), que entonces eran Valentín y Lauti y hacían ritmos, todavía no era rap, eran ritmos e inventaban historias y las iban diciendo y de pronto les digo ‘chicos, me están aturdiendo, paren un poco’. Eran imparables, sin parar en la ruta de punta a punta. Tiempo después empezaron a participar en las batallas de rap en las plazas”, recuerda. Y esa historia es más conocida.
“Wos nunca me ha consultado nada, pero cada vez que hablo con él son conversaciones telefónicas de una hora u hora y media. Hablamos de arte y él abre las orejas cuando yo le digo lo que opino sobre lo que hace, respeta mucho lo que le digo, sé que valora mucho lo que le digo”, resalta el teatrista.